La Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), el Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (CAINFO) y el Grupo Medios y Sociedad (GMS), con el patrocinio de UNESCO, organizaron en Uruguay el Primer Debate Nacional sobre mecanismos de autorregulación, ética en la profesión periodística y en los medios de comunicación.
El mismo tuvo por objeto evaluar la calidad y el enfoque ético de las coberturas periodísticas y la necesidad de adoptar algún mecanismo de autorregulación del ejercicio profesional, así como qué contenidos deberían incluirse en el mismo.
La actividad se desarrolló en las ciudades de Montevideo, Mercedes y Melo. Con la finalidad de interiorizarnos sobre los puntos allí tratados Fredy González entrevistó al presidente de APU, Daniel Lema.
Radio World: ¿En qué consistió este debate nacional, quiénes participaron y con qué objetivo?
Daniel Lema: En los últimos dos años empezamos a conversar con los demás órganos involucrados que era necesario debatir este tema porque veíamos que había algunos problemas en el tratamiento de las noticias. Al final logramos el financiamiento de UNESCO y pusimos en marcha esta idea.
El objetivo principal es primero debatir el tema, saber qué piensan los periodistas sobre mecanismos de autorregulación, sobre la posibilidad de crear un código, y en base a eso pusimos en marcha una serie de talleres.
Fue una experiencia muy rica porque a partir de un documento que se elaboró en base a los cientos de mecanismos de autorregulación que hay en el mundo, se debatió y fueron surgiendo cosas. Una fue el tema de los viajes pagados por las empresas, o de los regalos, ¿cómo se maneja el periodista en eso?
Otro de los problemas es que siempre estamos viendo que en todos los medios levantan trabajos de un colega y no lo citan. Otra de las cuestiones que vimos fue que en el interior, como los sueldos son mucho más bajos que en Montevideo, un periodista trabaja de pronto en un organismo público y luego se dedica a su tarea en un medio de comunicación. Entonces, ¿hasta dónde se siente condicionado ese periodista por el trabajo rentado en un organismo estatal?
Ahora estamos en una segunda etapa, donde hicimos una encuesta pública a los periodistas. Respondieron 256 colegas respaldando la necesidad de crear un código y mecanismos de consultoría en APU.
RW: ¿Ya existe consenso sobre algunos principios básicos para ser incluidos en ese código?
Lema: Sí, estamos viendo cuáles son las problemáticas comunes que debemos abordar. Entre esos temas está evitar el plagio, los colegas sin citar, el manejo de las fuentes anónimas, el manejo de la información referida a niños y adolescentes, el uso morboso y sensacionalista de las noticias policiales, y todo lo que tenga que ver con los regalos y los viajes ofrecidos por los empresarios.
RW: ¿O sea que se va a tratar de una autorregulación impuesta por APU, no de una libre opción del trabajador?
Lema: En realidad el código se va a aplicar al ámbito representativo de los trabajadores de los medios de comunicación, que es APU. Lo vamos a aplicar a los socios de APU, y van a ser recomendaciones.
Otra cosa es que después un socio denuncie a otro ante APU sobre prácticas que considere indebidas, donde un tribunal deberá evaluar si esa persona realmente no siguió esas recomendaciones. Nosotros creemos que nunca se debe aceptar un regalo de una empresa, mientras existen otros códigos en otros países que fijan un tope máximo de US$50. Entonces esa práctica quedará en manos de cada periodista.
RW: Existen periodistas que pueden aceptar un regalo o un viaje y no por eso se sienten condicionados, reflejándolo incluso en tratamientos posteriores sobre el accionar de esa empresa.
Lema: Así es como debería ocurrir, pero no siempre sucede de esa forma.
RW: ¿Lo mismo ocurre con los avisos oficiales?
Lema: Sí, también puede ocurrir que el periodista se sienta condicionado, con honrosas excepciones.
RW: ¿Puede ocurrir que existan empresas y autoridades que consideren el trabajo periodístico como una tarea menor y fácilmente comprable?
Lema: Claro, ese es un tema preocupante, y por eso estamos hablando de él.
RW: ¿Cuál es la mayor falta a la ética que se percibe en el gremio? Lema: Creo que algo importante es cómo se realiza generalmente el tratamiento de una noticia de la llamada crónica roja y lo que respecta al no cumplimiento muchas veces del Código de la Niñez y la Adolescencia, que es muy claro.
Sin coartar la información, son grupos vulnerables y deben ser respetados. Pero yo destacaría el utilizar el trabajo de otros sin citar la procedencia, que es algo que yo lo veo todo el tiempo. Capaz que el lector no se entera, pero entre los periodistas es una deshonestidad.
RW: Eso redundaría en un atentado contra la propiedad intelectual.
Lema: Sí, aunque igualmente hemos avanzado mucho en radio y en televisión, porque existe un fondo que funciona fuera del sindicato donde las radios y los canales aportan un dinero que se reparte entre los trabajadores como pago del derecho de autor.
RW: ¿Las patronales pagan eso?
Lema: Sí, pero claro que eso después habilita a que los medios hagan con los trabajos lo que ellos quieran. De todas maneras es una conquista, donde en prensa escrita nos cuesta mucho poder avanzar porque tampoco los trabajadores exigen demasiado ese respeto.
RW: Es decir que la aprobación de este código de ética se va a poner a consideración de una asamblea. ¿Se piensa en algún paso previo a esa asamblea?
Lema: Se va a tratar en una asamblea extraordinaria de APU, pero antes de ella pensamos en la posibilidad de colgarlo en el sitio Web para que todos los colegas se enteren y así comenzar a propiciar esa discusión.