Rigoberta Menchú, Premio Nóbel de la Paz en 1992, manifestó su respaldo al movimiento de radios comunitarias que se encuentra a un paso de lograr la aprobación de una ley que creará el marco legal que regule su funcionamiento. Esta ley también terminaría con la persecución del personal operativo y equipos de transmisión de estas radios consideradas ilegales.
Menchú, de la etnia kiché mayoritaria en este país centroamericano, aprovechó para manifestar su disgusto por lo que calificó de “campaña negra” llamar “piratas” a esas emisoras y que, según dijo, desprestigia y ofende la dignidad y los derechos de los pueblos originarios de Mesoamérica.
Las declaraciones de Menchú surgieron en el marco de una conferencia de prensa ofrecida junto a Frank La Rue, Relator de Naciones Unidas para la Libertad de Expresión, y los diputados de oposición, Juan Alcázar, Marvin Orellana y Rodolfo Castañón, quienes se identificaron como entusiastas defensores de la iniciativa que, en enero, obtuvo el dictamen favorable de la Comisión de Pueblos Indígenas del Congreso de la República.