Los conflictos alrededor de las radios llamadas piratas parecen no terminar y cada vez son más frecuentes los casos de roces y agresiones verbales con representantes de otros sectores que cuestionan la ilegalidad en que operan estas emisoras.
Ejemplo de ello son las amenazas que el religioso Jacinto Lozano, cura párroco de la ciudad de Totonicapán, ha recibido en los últimos meses por parte de personal de radios evangélicas que operan en esa cabecera departamental.
Según denuncias planteadas ante la Cámara de Radiodifusión, el sacerdote Lozano, en sus homilías, ha señalado el delito que conlleva la usurpación de las frecuencias del espectro radioeléctrico y ha pedido a la población que se abstenga de incurrir en ese tipo de actos reñidos con la ley de radiodifusión.
Los sermones del sacerdote católico han sido tomados como ataques directos hacia las radios evangélicas, lo cual no sólo ha rebasado el debate sobre las frecuencias radiales sino también desatado un conflicto de tipo ideológico entre las distintas iglesias que profesan el cristianismo en esa comunidad.