Un incidente me enseñó la importancia de no ir nunca sólo al sitio de un transmisor. En el mundo actual, puede parecer un lujo tener más de un ingeniero en el sitio de un transmisor. Es probable que ustedes no tengan un asistente. En ese caso, vayan con un trabajador, un gerente del programa o hasta con su gerente general — con alguien que pueda reaccionar en caso de una emergencia.
Es la vida de ustedes la que está en juego — no sean imprudentes.
Hace algunos años, realizaba el mantenimiento de un sitio que tenía un peculiar transmisor de AM de 5 kilovatios. El diseño usaba una fuente de alimentación de 15 kilovatios y, por cuestiones de protección, tenía una cierta cantidad de brechas para arcos que hacían un destello para proteger los componentes del transmisor.
Habían eliminado del presupuesto el puesto de mi asistente y le dije al gerente general que no trabajaría solo en un transmisor. Entonces, como el transmisor no funcionaba, fui al sitio con el gerente general.
No dudó en volver a establecer el salario del asistente cuando, después de encender el equipo, escuchamos un ruido atronador y se encendió la parte superior del transmisor.
Sí, una de las brechas para arcos se había estropeado. Pero el gerente no lo sabía — sólo supo que no quería seguir en ese lugar. Le pareció mejor que su ingeniero loco tuviera un asistente. No quiso tener nada que ver con las tareas en el transmisor. Además de restituir el puesto de asistente de ingeniero, ¡ese día gané un poco más de respeto!
— John Bisset