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Termine con la rutina del cambio

Los LED duran casi para siempre y pueden proporcionar algunos beneficios secundarios

Fig. 1: Reemplace las bombillas incandescentes por LED para iluminar los medidores. El resplandor sirve como indicador de que la unidad está encendida.

Los LED duran casi para siempre y pueden proporcionar algunos beneficios secundarios

Algunas cosas pueden volver loco a un ingeniero. Una de las más frustrantes son las bombillas del panel que se queman.

Nuestro colega de Radio World, Buc Fitch, tiene una solución: el uso de LED. Los LED tienen una vida útil casi infinita y pondrán fin a su rutina de cambios de bombillas.

Estos son los pasos para reemplazar las bombillas incandescentes en los transmisores Marti STL-10 discretos.

Fig. 2: El querido y fiel medidor Simpson usado para verificar los parámetros operativos del LED antes de la instalación. Buc escribe que resulta irritante en estas unidades el índice relativamente elevado de quema de bombillas incandescentes detrás de los medidores. La frustración se agrava porque reemplazar estas bombillas es un ejercicio conflictivo en la mayoría de las estaciones. Las unidades deben apagarse y sacarse fuera del bastidor, se deben desoldar las bombillas quemadas y soldar las nuevas. Y esto sólo se puede hacer cuando no se necesita el STL; y si este es el único enlace, lo tendrá que hacer como a las 3 de la mañana.

Los transmisores STL-10 carecen de una lámpara piloto que indiquen si las unidades están encendidas; la modificación de Buc permite que las LED de reemplazo también sirvan como luces pilotos, y hasta brinden una buena iluminación para el medidor, como se ve en la Fig. 1.

Para esto, Buc usa un LED de luz blanca altamente focalizada de Electronic Goldmine; pero cualquier LED tipo T 1-3/4, 5 mm y 20 mA también sirve.

El primer paso es medir la corriente óptima del LED, como se ve en la Fig. 2. Esto asegura que el modelo funcionará antes de que usted arremeta contra su equipo. Aquí, el querido y confiable Simpson muestra 20 mA como corriente óptima para el LED.

Fig. 3: La culpable es una bombilla incandescente quemada, visible a la derecha. Efectivamente, ha quemado la parte posterior del medidor. Existe un beneficio al usar este LED de tamaño T 1-3/4. Se desliza de manera uniforme a través del orificio asignado para la bombilla original y se suelda fácilmente en los lugares de conexión en la parte posterior. Si se busca un color más vívido o una luz de fondo más difusa, hay que comprar lo que se desea en un formato de 20 mA T 1-3/4 5 mm.

Después de ganar acceso al interior, se podrá reemplazar la vieja lámpara, como se muestra en la Fig. 3. Observe cómo el calor ha quemado la parte posterior del recinto del medidor.

Las bombillas incandescentes usan un par de resistores de 2,25 vatios en serie (de 10 ohmios y 3,3 ohmios) no sólo para reducir el voltaje de suministro y prolongar la vida útil de la bombilla, sino también para pasar con destreza algunos rastros de soldadura. Para limitar el flujo de corriente a través de una LED hasta los óptimos 20 mA, la combinación de resistores de 13,3 ohmios se reemplaza con un (Radio Shack pieza Nº 271-1112) de 270 ohmios y 1/2 vatio en cada una de las rutas de suministro de las dos bombillas de los medidores, como se muestra en la Fig. 4.

Buc advierte que si bien el diagrama del panel de medidores del Marti indica que la electricidad que llega a la bombilla es CA, hay que estar atento de que hay un diodo de flujo ascendente en el panel de la fuente de alimentación en uno de los segmentos de “CA” de manera que habrá que mantener la polaridad + de las LED conectadas al lugar más cercano del extremo exterior del PCB para lograr la operación adecuada. Puede observarse en la Fig. 5 el montaje completo de una LED.

Fig. 4: Los resistores limitadores de la corriente también deben cambiarse.

Fig. 5: Los LED están en su lugar y usted está preparado para cerrar el aparato. Un modelo similar de luz del medidor también funciona en unidades tan diversas como las de CBS 400 serie Volumax y Audimax, y en diferentes paneles de audio como el venerable Gates Dualux.

El STL-10 tiene otras dificultades serias, como el famoso “problema de estímulo” y el reemplazo del interruptor del medidor. Si los lectores expresan su interés en estos temas, los trataremos en columnas futuras del Taller del Ingeniero.

John Bisset

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