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La Esquina Radio apuesta a resolver problemáticas

En busca de superar las marcas dejadas por la violencia de los ’80 y los ’90, removieron estructuras, costumbres y modos de hacer radio comunitaria

Por Jorge J. Basilago

MEDELLÍN, Colombia — Próxima a cumplir cuatro años desde su primera salida al aire, La Esquina Radio (FM 101.4 MHz) tiene sin embargo una historia mucho más prolongada.

Un relato compartido por muchos hombres y mujeres medellineros, que en busca de superar las marcas dejadas por la violencia de los ’80 y los ’90 removieron estructuras, costumbres y modos de hacer… radio comunitaria, por ejemplo.

“Los contenidos de la emisora están mediados por la construcción de agendas informativas, no impuestas por los medios comerciales sino construidas acordes a las necesidades de las organizaciones que nos acompañan y al crecimiento de la ciudad en términos sociales, económicos y políticos”, dijo el director de la radio, periodista y docente universitario Manuel Bermúdez Andrade.

Transmisión conjunta del Día de la Radio, entre La Esquina Radio y Telemedellín Allá por comienzos de los 2000, en Colombia, las licencias de radio comunitaria sólo se otorgaban en pueblos o municipios pequeños. Nunca en las ciudades capitales o de grandes dimensiones. Medellín, desde luego, entraba en esta última categoría con casi 2,5 millones de habitantes y como capital del departamento de Antioquia. Fue necesaria una década de movilizaciones sociales para revertir esa medida y lograr que el Ministerio Nacional abriera un proceso de licitación.

En ese momento, la asociación PALCO (Profesionales al Servicio de la Comunicación) coronó su largo trabajo en el ámbito de la radiodifusión comunitaria con la obtención de la licencia de La Esquina Radio, con una potencia autorizada de 20 vatios que le permiten cubrir las comunas 8, 9 y 10 de la ciudad. Los meses siguientes se dedicaron a cumplir con todos los requisitos legales y técnicos para el montaje y funcionamiento de la estación.

Durante ese período, además, se realizó un análisis de audiencias entre los vecinos. El objetivo de esa investigación, según Bermúdez, fue lograr que los oyentes contestaran lo que quisieran escuchar y no lo que les gustaba de lo escuchado. “Este estudio, acompañado por dos universidades locales, es el referente para la programación habitual y los escenarios de sentido”, agregó el entrevistado.

La especialista Adriana Seguro, de la Universidad de Antioquia, brinda sugerencias técnicas en la cabina de La Esquina Radio. Finalmente, el 23 de septiembre de 2011, La Esquina Radio hizo su transmisión inaugural desde ‘El Parque de los Deseos’, un espacio referente de encuentro para los medellineros. “Nuestra principal característica es la realización de la radio en la calle, pues gran parte de las franjas de La Esquina se realizan en vivo desde los barrios y calles de la ciudad, lo que permite generar una mayor identidad de las comunidades con la emisora y al mismo tiempo convierte a la radio en una cartografía sonora de lo que somos”, explicó Bermúdez.

De hecho, el nombre elegido para la estación — convalidado por la comunidad a través de las redes sociales — remite a uno de esos sitios de referencia social y urbana, donde la gente se reunía con sus vecindades por distintas causas. El objetivo de los radialistas es trabajar junto con sus vecinos para resolver las problemáticas que los aquejan y resignificar a aquella esquina tradicional, vaciada de su contenido simbólico por obra del miedo que atravesó a toda Colombia en las últimas décadas del siglo XX.

En primer plano, Dione Patiño, directora de la Asociación PALCO, en el estudio de la emisora

Radio en la calle: actividad cultural por los niños. El director de La Esquina Radio, Manuel Bermúdez, entrevista a uno de los artistas participantes. A causa de ello, entre las metas fundacionales de la radio se encuentra el visibilizar las acciones de paz que se gestan en la ciudad desde las comunidades, lograr que la emisora sirva de motor para el desarrollo de Medellín, generar audiencias críticas y promover procesos de transformación y movilización de ciudad en torno a la radio. Siempre con la intención de “aportar de manera contundente a la paz desde la recuperación de la palabra y la construcción de lo público”.

Otro de los datos resultantes del estudio de audiencias fue que, en virtud de la brevedad, los oyentes prefieren la música por sobre cualquier otra propuesta radiofónica. Desde La Esquina Radio, entonces, decidieron trabajar con el formato de microprogramas de tres minutos de duración, con la música asociada de modo intencionado: “Uno de nuestros principios es que acá la música no distrae”, dijo Bermúdez. “Divierte y acentúa la intención comunicativa, y forma parte importante del proceso creativo”.

Al mismo tiempo, el aire de la emisora casi no tiene intermediación de locutores: son las voces de los habitantes de la comunidad las que narran sus historias particulares, con nombre y apellido, acompañadas especialmente por expresiones de la música local y los sonidos propios de la capital antioqueña. Todo esto, combinado, dinamiza la programación durante las 24 horas, y mantiene el interés del segmento juvenil de la audiencia — entre 14 y 35 años — que los radialistas se fijaron como target principal.

La apuesta por los mensajes cortos y transformadores se construye diariamente a través de siete franjas de una hora, que entrelazan varios elementos tendientes a ese fin como la música, la zona horaria, los microprogramas, los promocionales y los elementos de recordación. Con el lenguaje no violento y las acciones de paz como premisa. Y con la producción propia como marca: el 99 por ciento de los contenidos son productos genuinos de La Esquina Radio. “El 1 por ciento restante corresponde al magazín La Hora, un espacio producido por la Asociación de Emisoras en Red de Antioquia (ASENRED) de la cual hacemos parte y a la que aportamos contenido”, dijo Bermúdez.

“Por política de la emisora, los primeros dos años no se comercializó publicidad pues el interés era fortalecer el proyecto político-comunicativo sin ninguna presión y así lograr, a futuro, independencia económica, política y social”, reveló el entrevistado.

Joaquín Osorio, del equipo de producción de la emisora, controla la salida al aire. De todas formas, la idea de los radialistas es no depender exclusivamente de la pauta publicitaria para garantizar la sostenibilidad: por eso contemplan alternativas como la producción de cuñas y campañas, alquiler de franjas, estudios de audiencias y proceso de formación en comunicación.

A la concreción de estas y otras ideas, contribuye también el trabajo conjunto de la Asociación PALCO y La Esquina Radio con organizaciones locales e internacionales — como ASENRED, AMARC, ALER —, universidades y sectores sociales de base comunitaria. Por medio de estrategias comunes a todos los colectivos mencionados, otro de los proyectos es lograr el dictado de una ley de radiodifusión comunitaria para Colombia: hasta el momento, el sector sin fines de lucro cuenta apenas con un decreto que, según Bermúdez, no garantiza el derecho a la información y la comunicación.

Entre los aspectos que deberían corregirse, el entrevistado señaló la necesidad de equilibrar el vatiaje y el tiempo de comercialización de todas las estaciones comunitarias, así como el acceso de este grupo de medios a la emisión de publicidad política local y regional. “Las emisoras comunitarias en Colombia tienen 250 W de potencia cuando La Esquina tiene sólo 20”, ejemplificó, para agregar que “mientras las radios del interior están autorizadas a emitir 15 minutos de publicidad por hora, las de ciudades capitales sólo tenemos siete minutos”.

Las redes sociales

“Un número importante de nuestra audiencia se sostiene a través de las redes sociales y las plataformas virtuales”, apuntó Bermúdez.

Cada una de las franjas de programación cuenta con un fanpage, mientras que la radio tiene una cuenta de Twitter para agilizar la circulación de la agenda informativa. Asimismo, otras herramientas virtuales como Skype o WhatsApp facilitan la realización de transmisiones remotas.

Pero atentos a los posibles efectos distorsivos causados por el mal uso de estas plataformas, los radialistas tomaron una medida preventiva: “La Esquina Radio ha diseñado un Manual de uso de redes sociales, que permite un manejo responsable de dichas redes en relación con los objetivos y la identidad de la emisora”, advirtió el entrevistado.

No obstantes las complicaciones normativas y económicas, La Esquina Radio ha logrado consolidarse también en lo técnico. Quizás a causa de su perfil particular, el estudio no resulta tan importante como en otras emisoras: “La cabina es pequeña y funciona más como sitio de control y de articulación entre la calle y la antena”, observó Bermúdez. Pero de todas formas, cuenta con un equipamiento de buen nivel que incluye dos consolas (una DBA Systems Mix-82 para emisión y una Behringer Xennis 1622FX para grabación); micrófonos de condensador Behringer; auriculares Sony MSR-ZX100; un ordenador genérico con procesador Intel Core i5-2300 de 2,8 GHz; software de automatización Zara Radio y de edición Audacity.

La planta transmisora, en tanto, cuenta con un equipo digital RBR Tex30 LCD/S; una antena OMB GP de polarización circular y frecuencímetro Optoelectronic. “Los equipos son de marcas reconocidas, que ofrecen alta calidad y fidelidad en el sonido, pues queremos que nuestra emisora ofrezca calidad sonora para ser competitivos”, enfatizó el entrevistado. “Para este año queremos obtener un mayor vatiaje y el permiso para contar con un enlace radial, que nos permita tener los equipos de emisión mejor ubicados”, concluyó.

Jorge J. Basilago es periodista gráfico y radial independiente que cubre el acontecer mediático y cultural desde Buenos Aires, Argentina.

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