Desde principios de febrero, el docente y crítico radial Gustavo Gaitán Thornee presenta, bajo este sugestivo título, un ácido boletín con información y opinión sobre el medio radiofónico en Ecuador.
“El acoso político, oficial o empresarial, tendrán cabida en esta columna”, afirma en el encabezado de cada edición. “Sueldos atrasados, clientes incumplidos, venta de equipos o búsqueda de empleos, también”, agrega.
A través de envíos periódicos por correo electrónico, Gaitán — colombiano de nacimiento, pero radicado en Ecuador hace varios años — ha generado un interesante debate sobre los contenidos y políticas radiales con sus lectores. En uno de estos intercambios, el locutor quiteño Jorge Víctor Bravo agradeció que “al fin un medio se preocupe de analizar lo que pasa en el medio de mayor penetración en la sociedad”.
Otros comentarios critican o realizan sugerencias para mejorar este nuevo espacio de comunicación.
Los contenidos del boletín incluyen el análisis crítico de la programación de diferentes emisoras; entrevistas a profesionales reconocidos; mediciones de audiencia; nuevas tecnologías y proyectos de ley para el sector, entre otros. Todos estos temas son abordados con el estilo directo y desenfadado que caracteriza a su autor, pero le ha valido también numerosas quejas de lectores o protagonistas de las notas.
“La Guillotina Radial debería llamarse la silla eléctrica, porque todos los que aparecen en ella sienten que han sido electrocutados o parecen haber recibido un sobre voltaje”, dijo irónicamente Gaitán en una de sus ediciones.
Más allá de estos episodios, en sus escasos siete meses de existencia la columna ha logrado afianzarse como un foro de información y discusión en constante crecimiento. Además de los envíos personalizados, muy pronto sumó su propio espacio en las redes sociales Facebook y Twitter y, desde julio, se convirtió en una sección estable de la revista digital Lámpara.
Desde hace un tiempo, también, el proyecto coquetea con la idea de organizar una premiación a los mejores programas y profesionales de la radio ecuatoriana.
— Jorge J. Basilago
