Teletipo de la agencia de noticias United Press International (UPI) que data de 1958. Panamericana fue la primera estación en contar con servicio de prensa internacional en el país.
Primera consola, creada en 1952 por el ingeniero Julio Bonilla, quien fue operador y técnico de la estación.Por Mario Rivero Nájera
CIUDAD DE GUATEMALA — Un museo, que alberga una serie de recuerdos que son parte de la evolución de la radio en Guatemala, fue inaugurado en septiembre.
El Museo de la Radio se ubica en las instalaciones de Radio Panamericana, emisora emblemática que cuenta con 66 años de transmitir en el 1030 de la frecuencia AM, de esta ciudad. El museo está abierto al público con entrada gratuita de lunes a viernes, de 10 a 16 horas. Los sábados y domingos, previa cita.
La tarea de crear este espacio fue iniciada hace 15 años, según su director Mario David Paniagua, con aparatos que sirvieron para operar las primeras estaciones juveniles de Guatemala: Radio 9-80 y Radio Exclusiva. Estas emisoras tuvieron su particular apogeo en la década de 1960.
El museo también registra instrumentos que han servido para el funcionamiento de Radio Panamericana, emisora que se caracteriza por la difusión de música de las grandes orquestas y que es conocida en este país como “La emisora del automovilista”.
Al hacerse un recorrido por este museo particular, pueden encontrarse consolas, bocinas, micrófonos, carretes de cintas, cartuchos, teletipos, tornamesas, radios portátiles y teléfonos. También se encuentra la fuente de poder de la primera consola de operación elaborada en Guatemala.
Igualmente, forman parte del inventario los afiches, recortes de prensa y las fundas de discos de acetato de 33 y 45 revoluciones, con fotos de artistas de la época. El recuento también incluye un largo listado de nombres de discjokeys (como se les llamaba a los locutores-operadores de esa época) que desfilaron y formaron parte de la actividad radiofónica de esas tres emisoras.
Bocina de hojalata para audio interno, elaborada en 1947 “Se trata de hacer un homenaje y conservar elementos que han sido parte de la estructura de la radio en Guatemala”, dijo Paniagua, para luego agregar que “las nuevas generaciones pueden observar aquí los inicios de la radio y el avance tecnológico de la forma de hacer radiodifusión”.
El museo ha sido visitado por cientos de personas, entre las que se cuentan profesionales de la locución, periodistas, directores de medios y estudiantes de comunicación social, universitarios y de establecimientos educativos públicos y privados.
Entre los visitantes a este histórico recinto estuvieron dos comunicadores representantes de generaciones distintas: el experimentado hombre de radio Javier Maldonado, una de las voces más cotizadas en la actualidad; y Óscar Canel, joven comunicador social, recién egresado de una de las facultades de Ciencias de la Comunicación. Desde su propia perspectiva, ambos hicieron valoraciones positivas sobre esta obra concebida por Paniagua, director de Radio Panamericana.
Canel manifestó que el museo es un referente para conocer la historia y la evolución técnica y estética de la radio. Agregó que el museo es el único espacio que se conoce de ese tipo y, en ese sentido, nos da la oportunidad de regresar en el tiempo y conocer de qué manera se realizaban las transmisiones en décadas pasadas, así como los aparatos que se utilizaban.
Tocadiscos portátil, marca NivicoDispositivo de captación para grabación de audio, marca National
En abono a lo expresado por el joven comunicador, el veterano locutor Javier Maldonado opinó que “para las nuevas generaciones recién iniciadas en el quehacer de la radio, es una oportunidad de conocer el proceso de evolución que ha tenido la radio y valorar la pasión, el esfuerzo y la entrega con que la gente de radio de ese entonces realizaba su trabajo”.
Maldonado agregó que al mismo tiempo los visitantes al museo pueden comprender como la tecnología ha logrado superar tareas y actividades que anteriormente se realizaban con otros recursos, como las grabaciones en aparatos de casetes y carretes; sin embargo, vale decir que esos mismos adelantos que hoy conocemos, como los CD y DVD y las USB, también irán desapareciendo con el tiempo, como parte de la evolución tecnológica.
Tornamesa marca Tech Nics, para discos de 33 y 45 revoluciones por minutoTeletipo Signal Corps Pinter TG-7-B
De manera metafórica, Maldonado comparó el museo con el árbol (de la comunicación). En sus raíces se pueden ver en los instrumentos que se exhiben y que lo mantienen con vida hasta llegar a sus ramas y hojas más altas, que hoy podrían ser la Internet y la tecnología digital con imágenes y sonidos.
En otra de sus intervenciones, Canel resaltó que la importancia del museo radica en que se pueden observar distintos elementos, artículos, artefactos y personajes, que fueron representativos de una época en que los procesos de transmisión se realizaban de manera mecánica; al mismo tiempo que guarda vestigios de la época dorada de la radio en Guatemala.
Disco LP (long play) con la primera grabación del himno nacional, realizada en 1949Fuente de poder del primer transmisor de Panamericana, del año 1947
“Cada uno de esos elementos es testigo de la evolución de la radio a través de los años”, dijo Canel.
Posteriormente indicó que lo que más llamó su atención fueron los teletipos y la maquinaria que era utilizada para las transmisiones; proceso que ahora todo se hace desde una computadora.
El experimentado director de Panamericana, Mario David Paniagua, cuando describía cada uno de los aparatos del Museo de la Radio. Maldonado también valoró la inversión de tiempo, dinero y esfuerzo para rescatar y preservar todos esos aparatos que fueron recopilados con el paso del tiempo y que guardan las huellas de quienes los manipularon: grandes personajes de la locución nacional.
“Cada uno de los que en su momento laboramos en Panamericana, la 9-80 y radio Exclusiva dejamos nuestro sello personal con nuestro tono de voz; y todo eso es un valor agregado para el museo”, dijo Maldonado.
Además hizo ver que en cada país la historia de la radio es distinta y tiene sus propias particularidades y que por ello cada historia debe ocupar un espacio en lugar específico. De ese modo, las nuevas generaciones pueden valorar aún más los avances de este medio de comunicación que, hoy por hoy, sigue siendo el de mayor cobertura y el de mayor eficacia.
La gente nueva de la radio debe conocer y palpar cómo era que se hacían y producían los programas de radio en el pasado; el uso de los casetes de las cintas de grafito, las grabadoras de carretes y los cartuchos, para facilitar la reproducción de música y anuncios.
A manera de ilustración, Maldonado explicó que “antes de las cintas magnetofónicas los sonidos se grababan en una especie de alambre entorchado, a manera de resorte bien compacto, donde se registraban las voces, y los sonidos e instrumentos de un programa o audición. Recordar todo eso ahora es realmente emocionante”.
Mario Rivero Nájera escribe artículos para Radio World desde Ciudad de Guatemala.