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Polémica sembrada de estrellas en radio

Cómo la radio ayudó a que el himno nacional de los Estados Unidos se convirtiera en tema de conversación

Por Marc Ferris

El himno nacional de los Estados Unidos “The Star-Spangled Banner” (La Bandera Sembrada de Estrellas) cumplió 200 años en septiembre, y, a través de la historia moderna de la canción, la radio ha ayudado a difundirla en todo el país.

Sin embargo, también ha servido para generar polémica. Cuando Francis Scott Key escribió la canción en 1814, de inmediato se volvió popular superando a todos los rivales a lo largo de los años. A pesar de eso, el Congreso de los Estados Unidos tardó 117 años en ratificarla como himno nacional.

Al principio la canción se transmitía de boca en boca en todo Baltimore — y también con la ayuda de la imprenta — después de que los defensores de la ciudad se defendieran de un masivo ataque británico por tierra y por mar durante la Guerra de 1812. Luego de eso, los diarios, las partituras, las revistas y los libros difundieron la letra en todo el país. Terminada la Guerra Civil, las mejoras en los instrumentos de viento y la locura por comprar pianos divulgó aún más el futuro himno en todo el territorio de la joven nación.

Para el año 1890, las fuerzas armadas seleccionaron “The Star-Spangled Banner” como su canción, pero hubo confusión sobre si la creación de Key, “Hail, Columbia” o “America” (“My Country ‘Tis of Thee”) servirían como el himno de la gente.

En 1916, el presidente Woodrow Wilson proclamó la creación de Key como la canción oficial de las fuerzas armadas; aunque la confusión continuó para ensombrecer el debate.

La llegada de la radio en la década de 1920 jugó un rol fundamental en el desarrollo de rituales sobre la canción y ayudó a reforzarla como la canción patriótica por excelencia. Junto con los patriotas en Maryland, los Veteranos de Guerras en el Extranjero (fundado en 1899) y la Legión Estadounidense (que data de 1919) presionó al congreso en representación de la melodía, en la década de 1920, a pesar de la aparición de una nueva rival: “America, the Beautiful”.

Un siglo después de la batalla que inspiró la canción de Key, el Fuerte McHenry, sitio de la resistencia contra Inglaterra en 1814 y el lugar donde Key vio la bandera “inmóvil allí”, perdió su rol militar estratégico. El gobierno federal desmanteló el fuerte y lo convirtió en un parque. En el Día de la Bandera, el 14 de junio de 1922, el gobierno dedicó una estatua en honor a Key y su canción. En un discurso, el presidente Warren Harding elogió la canción. Fue la primera vez que un presidente estadounidense se dirigió por radio al público.

En los años 20, los patriotas estadounidenses intentaron instituir rituales para honrar a la bandera y el himno. Se resumieron en el Código de la Bandera de los Estados Unidos (U.S. Flag Code) de 1923. Algunos intentaron que los estadounidenses se pararan y se quitaran los sombreros cada vez que la canción sonara en la radio.

Marc Ferris Aún después de que el congreso designara la canción como el himno nacional oficial en 1931, el debate continuó acerca de su pertinencia. En 1936, la red de radio NBC apoyó al himno cuando los jefes decidieron reproducirlo varias veces al día, en parte para imitar la práctica de los ingleses de cantar “God Save the Queen” y también para que “el mundo supiera que el Tío Sam tiene un himno nacional” (New York Times, 19 de abril de 1936).

Con el predominio de la radio en la vida diaria estadounidense durante este periodo, en 1938, Elizabeth Faff, una ama de casa de Queens, Nueva York, escribió al entonces alcalde, Fiorello LaGuardia, de la Ciudad de Nueva York para consultarle sobre el protocolo adecuado para ponerse de pie cuando se escuchara el himno en la radio.

Faff escribió, “al tener un esposo patriota que cree que todos deberían ponerse de pie durante el himno, me encontré parada al lado de la cama cuando lo escuchamos en la radio. Es un poco molesto tener que levantarse dos veces, una a las 10 p.m. y la otra a las 7 a.m.”

El columnista del Washington Post, H. I. Phillips, expresó que Faff “generó una gran polémica en todo el país al formular una simple pregunta” y creó “gran incomodidad en millones de estadounidenses que escuchan la radio al acostarse”. Bromeó al decir que “el problema se puede solucionar simplemente apagando la radio al meterse a la cama”.

En el mismo año, al avecinarse la Segunda Guerra Mundial, el himno enfrentó otro desafío cuando “God Bless America” alcanzó popularidad mediante la presencia de Kate Smith en la radio. La contracara de Smith fue Lucy Monroe, la “Star-Spangled Soprano”. Se convirtió en la cantante del himno por excelencia. La voz de Monroe explotó en las radios y en 1942 se presentó durante la transmisión nacional de la celebración del “Star-Spangled Banner Day” en el Fuerte McHenry.

Con la creación de la emisora Voz de los Estados Unidos (Voice of America) y la Red de las Fuerzas Armadas en Berlín en 1942, junto con Radio Europa Libre en 1949, “The Star-Spangled Banner” se transmitió a los hogares y a las plazas públicas en el extranjero.

En 1948, el ingeniero químico Louis Schweitzer compró WBAI, una estación de FM en la Ciudad de Nueva York. Cuando comenzó a pasar el himno durante el cierre de transmisión, descubrió que solamente existían en los discos de pasta de baja fidelidad; la única grabación realizada por un grupo estadounidense que pudo ubicar fue la del Ensamble de Viento de Eastman. Schweitzer creó un subsidio, administrado por la Fundación Heritage para producir versiones de la canción en alta fidelidad en discos de 78 RPM grabados por diversas orquestas, entre ellas las sinfónicas de San Francisco, Chicago y Boston. Luego las distribuyó gratis a 3775 estaciones de radio y televisión.

El presidente estadounidense Warren G. Harding se dirige a la multitud durante la inauguración de la estatua de Orfeo en el Fuerte McHenry.
Credit: Foto cortesía del Monumento Nacional del Fuerte McHenry y Santuario Histórico, Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos La versión de Jimi Hendrix en Woodstock en 1969 causó agitación luego de su popularización la película del concierto y su banda de sonido. El cantante y guitarrista ciego José Feliciano había provocado el primer alboroto en tiempo real con un corte individualista de la canción en la Serie Mundial de 1968, transmitida en vivo por radio y televisión.

Durante los años 70, las transmisiones radiales ponían “The Star-Spangled Banner” antes de cada partido de béisbol; sin embargo, con el tiempo lo comercial triunfó sobre el patriotismo y los productores comenzaron a cortar el himno para colocar comerciales.

En 1990 sucedió otra polémica en torno al himno. La cantante irlandesa Sinead O’Connor se rehusó a subir al escenario del Garden State Arts Center en Holmdel, Nueva Jersey, porque tocarían el himno antes de su presentación. Como los oficiales cedieron a los deseos de la cantante, los programadores radiales de todo el país prohibieron sus canciones en las radios y proclamaron sus acciones como “Sinead-free radio” (radio sin Sinead).

En 1996, luego de que Mahmoud Abdul-Rauf, base de los Denver Nuggets, se negara a ponerse de pie durante el himno antes del partido, dos DJ de KBPI(FM) en Denver Aurora, Colorado, se pusieron turbantes ficticios y caminaron alrededor de una mezquita local tocando “The Star-Spangled Banner” con una trompeta y un clarín, lo que generó una reacción negativa y casi los despiden.

La radio representó un medio fundamental para reforzar el glorioso estado de “The Star-Spangled Banner” luego de que el congreso la designara como himno nacional en 1931. No obstante, el medio también reflejó las polémicas en torno a esta composición simbólica y emocionalmente estimulante.

Marc Ferris es gerente de cuentas en Giles Communications y representa a Yamaha Corp. of America, entre otros clientes.

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