El ingeniero Jim Heim disfrutó nuestro análisis sobre ventilación del transmisor. Recordó que lo enviaron a una emisora de FM en Oregón, la cual contaba con un transmisor de 20 kW con rejilla con conexión a tierra que se estaba deteriorando muy rápidamente.
Lo primero que Jim notó fue lo difícil que resultaba abrir la puerta de la sala del transmisor. Lo segundo fue que el sistema tenía una ventila de escape, pero no una se entrada de aire. En su lugar, se había instalado un acondicionador de aire de pared. El aire de la sala parecía enrarecido, pero fresco.
Jim no logró convencer al propietario de que el flujo de aire es mucho más importante que enfriar el aire de la sala.
Una día de invierno, Jim estaba en la emisora base local en Portland cuando se le ocurrió la gran idea de aprovechar el calor residual del transmisor de FM de Collins (un par de amplificadores de PA de 10 kW diplexados) desconectando la ventilación de uno de los amplificadores que se dirigía a un respiradero en el techo para que el aire cálido circulara hacia el interior de la sala de control. Jim pensó que, dado que la parte superior de la ventila era curva, evitaría el ingreso de elementos indeseables.
Sin embargo, durante una tormenta, Jim recibió una llamada en la que le informaban que el transmisor había perdido tres cuartos de su potencia. Cuando entró al edificio del transmisor en la cima de la montaña, Jim encontró una enorme pila de nieve sobre el amplificador de PA. ¡Un viento fuerte puede soplar la nieve prácticamente hasta donde quiera!
— John Bisset