El carro de cartonero del fundador de La Milagrosa, junto al mural de la radio
BUENOS AIRES, Argentina — Desde una rústica pared, en un marginado rincón de Villa Lugano, un enorme mural anuncia la entrada de ‘La Milagrosa’ (100.9 MHz).
Por Jorge J. Basilago
Cerca de allí, un carro y varios montones clasificados de cartones y plásticos revelan al visitante parte de la historia de la emisora. Su fundador y director, Juan Ramón Núñez, reunió el dinero para los equipos trabajando como “cartonero”; es decir, recolector y reciclador de residuos que luego son revendidos.
Fachada de La Milagrosa, en Ciudad Oculta
Esta actividad de subsistencia fue para Núñez la escalera que le permitió alcanzar uno de sus mayores sueños y, al mismo tiempo, demostrarle a su familia y sus vecinos que la locura no siempre es una enfermedad. “Cuando le propuse a mi esposa hacer una radio juntando cartones, me miró como si estuviera loco”, dijo Núñez, “pero el 15 de septiembre de 2005 comencé a reunir el dinero y el primero de septiembre de 2007 salimos al aire por primera vez”.
Desde su adolescencia en Misiones (noreste de Argentina), Núñez fue un hombre de radio. Primero como relator deportivo y más tarde como conductor y animador de programas con fines sociales. “Hacíamos campañas solidarias para ayudar a niños que debían viajar a Buenos Aires a recibir tratamiento médico: llegamos a organizar festivales con 25-30 grupos musicales y más de 2.000 asistentes en la plaza de Puerto Iguazú”, recordó el entrevistado.
Juan Ramón Núñez junto al carro con el que ‘levantó’ La Milagrosa
Al notar el prestigio alcanzado por estos eventos, los propietarios de la radio pretendieron utilizarlos en su propio beneficio. Tal situación impulsó al conductor a proyectar la compra de una estación de FM para continuar con ese proyecto de manera cooperativa.
José Núñez, hijo mayor del fundador de La Milagrosa, en la cabina de operación técnica
Pero tras ahorrar durante 10 años, todo se frustró de la peor manera: una persona conocida le robó el dinero, gran parte de sus ilusiones y hasta su salud. “Producto de ese robo sufrí el primero de los tres preinfartos que tuve”, dijo Núñez.
Luego de su hospitalización, junto con su esposa e hijos, Núñez decidió probar suerte en Buenos Aires. Arribaron a la capital casi sin dinero en julio de 2003, con la intención de que Juan siguiera un tratamiento médico y, al mismo tiempo, espantara ciertos fantasmas. “No tenía fuerza anímica para volver a empezar en Misiones y no quería saber nada de radio”, dijo Núñez.
Sobrevivieron los primeros meses a duras penas. Pasaron por varias viviendas y trabajos temporarios hasta que a fines de ese año recalaron en un asentamiento de emergencia de Villa Lugano conocido como Ciudad Oculta. Allí, un vecino le propuso a Núñez trabajar como cartonero, tarea en la que comenzó a obtener algunos ingresos pero cuyas exigencias le ocasionaron dos recaídas de su afección cardíaca. Llegó a caminar casi 30 kilómetros diarios, empujando un carro cargado con cerca de 150 kilos de materiales.
Jairo Zamby García y Adrián Melado, conductores del programa ‘Viva Xangó’ por La Milagrosa
Gracias a estos esfuerzos la economía familiar fue recuperándose: para 2005 habían conseguido comprar y adecuar una modesta casa en la villa, mientras que Núñez había comenzado a estudiar periodismo deportivo. Pero sus dificultades físicas eran cada vez mayores y lo obligaron a pensar en una alternativa laboral. El hallazgo de una vieja agenda, con el número telefónico de un técnico radial en Misiones, le dio la clave para el nuevo inicio.
De la consulta presupuestaria para montar una radio de baja potencia, Núñez pasó al cálculo de los viajes diarios que debería hacer como cartonero para cubrir el costo de los equipos. Y concluyó que la aventura le demandaría tres años, que finalmente fueron sólo dos.
“Dividimos el trabajo en etapas: tres meses para comprar la consola, otros tres para los micrófonos… así mi esposa y los chicos iban viendo los resultados y se entusiasmaban”, dijo. Y por devoción a la Virgen de la Medalla Milagrosa decidieron bautizar la FM con su nombre.
Juan Ramón Núñez entrevistado por Jairo Zamby García y Adrián Melado
Cuando la emisora salió al aire, ya muchos vecinos de Ciudad Oculta sabían de su singular historia. Y se fueron acercando naturalmente, a curiosear primero y a realizar programas después. Por la misma época, la Asociación de Madres de Plaza de Mayo comenzó un proyecto habitacional en el barrio, y entre los talleres de capacitación pautados había uno de radio.
“Yo asistí con la idea de ofrecer un espacio para hacer las prácticas, y la mayoría de los que completaron esa capacitación terminaron trabajando en La Milagrosa”, dijo Núñez.
Esa experiencia, además, pasó a regir la actividad del nuevo medio: cualquier persona tiene la posibilidad de hacer un programa allí si previamente concurre a un taller radiofónico. “La consigna es que la radio tiene que crecer en base a la capacitación que reciba la gente: nosotros no controlamos los contenidos, pero sí tratamos de que la radio suene de la mejor manera”, dijo Núñez, para agregar que en 2010 La Milagrosa incorporó un área de capacitación permanente, con profesores financiados por la Secretaría de Cultura de la Nación.
Equipos técnicos de La Milagrosa
La Milagrosa utiliza actualmente una antena Ringo de 4 dipolos y capacidad para 600W de potencia, donada por el locutor Eduardo “Lalo” Mir; un transmisor M31 de 300W; consola American Pro Criomix 200; dos ordenadores genéricos con software Zara Radio para la transmisión en vivo y SoundForge y Vegas para edición; micrófonos Shure SM58 y un equipo Philips FW380C para la reproducción de CD.
“Nosotros tenemos como desafío ir creciendo permanentemente, y una de las formas de hacerlo es sumar tecnología a la radio”, dijo Núñez. “Este año pensamos duplicar la potencia y comprar una nueva consola de la marca Trialcom”. La obtención de los recursos económicos para estas inversiones corre por cuenta de una comisión de eventos creada especialmente.
Aunque sólo transcurrieron cuatro años desde su inauguración, La Milagrosa está afianzada como un proyecto social y comunicacional de múltiples aristas.
“El gran desafío a futuro es convertir a nuestra radio en un centro de capacitación y comunicación popular”, dijo Núñez. Por eso mismo, remarcó que consideran muy importante la participación de niños y adolescentes, quienes ocupan varios espacios de la programación.
Otra particularidad de La Milagrosa es que los productores independientes no pagan por el espacio, sino que aportan una cuota voluntaria para cubrir los gastos operativos de la radio. También se gestionan ingresos publicitarios, pero con una condición especial: “Tratamos de que el auspiciante conozca y entienda nuestra causa y nuestra forma de trabajo porque, de lo contrario, directamente no hace publicidad con nosotros”, dijo Núñez.
Milagros premiados de la emisora Por su esforzada labor, Núñez y La Milagrosa recibieron varios premios. Entre ellos se destacan el de “Emprendedor Global 2009” (entregado por la Youth Business International de Londres); “Emprendedor del Año 2009” (Fundación Impulsar, Argentina); un premio ETER 2009 (Escuela Terciaria de Educación Radiofónica, Argentina); un premio Susini 2010 (Sociedad General de Autores de la Argentina, Argentores); y el “Premio de Honor 2010” al periodismo solidario (Fundación Gota en el Mar, Argentina).
A nivel interno, quienes realizan programas en la radio tienen voz y voto en sus plenarios mensuales, donde se establecen las líneas de acción a seguir por las áreas de programación, comunicación, capacitación, publicidad y producción. Incluso los aspectos tecnológicos de la emisora se someten a la voluntad colectiva. La mesa directiva, encabezada por Núñez, sólo modera u orienta ciertas cuestiones cuando lo considera necesario.
Deseo de proyecto federal
“Queremos que La Milagrosa sea un proyecto federal”, dijo Núñez. Como una forma de replicar su filosofía de trabajo y compromiso social en otros sitios, la radio ha comenzado a crear centros comunitarios en diferentes puntos del país: en 2009 fundaron el primero de ellos en Misiones, y para este año planean llegar también a Formosa, Tucumán y Santiago del Estero.
“La idea es que a estos centros los maneje gente del lugar, y que brinden desde apoyo escolar hasta talleres con salida laboral”, dijo.
“Queremos que se escuche la diversidad de voces, que la radio sea generadora de ideas y proyectos que involucren a gente de todo el país, no sólo de Ciudad Oculta”, enfatizó Núñez. Pero admitió que la variedad y abundancia de contenidos — más de 30 programas, entre producciones propias e independientes — los obligó a buscar alternativas para albergar a todas las propuestas. “Como los sábados y domingos están repletos, intentamos que la gente empiece a trabajar en edición digital, para que todos puedan hacer su programa grabado y emitirlo durante la semana”, dijo.
Núñez explicó asimismo que la proyección nacional de la emisora se apoya en la inauguración de centros comunitarios provinciales (ver aparte), en numerosas actividades de radio abierta y en coberturas de eventos en distintos puntos de la ciudad y el país. También suma en este aspecto la transmisión en vivo por Internet y la articulación con organizaciones sociales, políticas, comunicacionales (están integrados al Foro Argentino de Radios Comunitarias, FARCO) y diferentes colectividades.
La Milagrosa en la Web Además de su sitio Web oficial, donde sólo se tiene acceso a la transmisión en vivo, La Milagrosa tiene un blog con fotos e historias.
Más allá de posicionar a La Milagrosa y afianzar las diversas áreas del proyecto ante otros públicos, esta expansión busca contribuir a la eliminación de los estigmas que pesan sobre quienes viven en barrios de emergencia. “Tratamos de mostrar que la gente de la villa puede vincularse normalmente con el resto: somos todos seres humanos que tenemos sueños, ideas y ganas de vivir dignamente”, dijo Núñez.
— Jorge J. Basilago es periodista independiente que cubre el acontecer mediático y cultural desde Buenos Aires, Argentina.
