Podemos afirmar ahora que la cadena de audio ya es totalmente digital desde la toma del sonido hasta su reproducción.
El micrófono digital fue el último eslabón obtenido de esta cadena, que ha vivido un rápido e inusitado desarrollo desde el CD, a principios de los 80. Ya que la era digital del audio nos ha mostrado cómo simplificar cadenas de audio y aumentar su fidelidad final, abaratando el costo de equipos y haciéndolos así más accesibles, veamos qué nos depara para el futuro este último eslabón, ahora descubierto.
Para lograr un micrófono condensador digital con una fidelidad comparable a uno analógico de cápsula similar hubo que solucionar un problema básico: lograr un conversor que fuera capaz de hacer justicia a una cápsula de micro condensador, más que nada, en términos de rango dinámico.
La gente de Neumann solucionó el problema usando dos conversores delta sigma en conjunto, uno para señales de alto nivel y el otro para señales de bajo nivel de ganancia, combinando sus respectivas salidas para lograr una señal digital de 28 bits de resolución. De esta manera Neumann fijó un nuevo estándar digital, el AES 42, tendiente a compatibilizar en el futuro a estos micrófonos con otros equipos digitales.
Por un lado, este micro es un TLM 103 D, uno de los micrófonos más populares de Neumann en radiofonía en la actualidad. El TLM 103 D es un micro condensador de gradiente de presión y de diafragma grande que otorga un sonido de voz claro y presente. Por otro lado, es un micro que se complementa con la interfaz DMI-2 o DMI-8 (las que pueden manejar señales de dos u ocho micrófonos en simultáneo, respectivamente), siguiendo el estándar AES 42 en cuanto a alimentación, control remoto, sincro y transmisiones de señal sonora y datos. Cabe destacar que esas interfaces se conectan a una computadora vía USB.
Es por eso que, dentro de las funciones de control remoto, encontramos cuatro patrones polares; nivel de ganancia, atenuador y filtro pasaaltos regulables; señales de testeo, como el ruido rosa; compresor limitador paramétrico con de-esser y más. Todas estas funciones son controladas vía el software de control remoto, el RCS, y la conexión del micro a la interfaz es vía conexión digital AES/EBU.
Aparte del ya clásico sonido del TLM 103 D, con un ruido interno bastante menor al de su hermano analógico, lo que asombra es la capacidad de control de este micro por el operador, gracias a su control remoto por software. Y para comodidad del locutor, una luz de indicación “en el aire” puede ser controlada desde el operador vía un puerto de nueve pines.
Aparte de eliminar las alteraciones sonoras (coloraciones) de un preamplificador de micro y de no haber ruido en las interconexiones, hay más beneficios en un micro digital. Los más obvios son el ahorro que produce la eliminación del preampli y del conversor A/D en la consola.
Otro beneficio es la posibilidad de inclusión de funciones de DSP (procesamiento digital de señal) en el mismo micrófono: algunas simples y lógicas, tales como ganancia, filtros pasaaltos y pasabajos, cancelador de ruidos, limitador de picos y compresor; otras, más avanzadas e impensadas hasta ahora, específicas para radiofonía, tales como una respuesta a frecuencia y un patrón polar personalizado a un determinado estudio de radio o a un locutor.
Imaginen por un momento un patrón polar omnidireccional para bajas frecuencias que vaya cambiando gradualmente a hipercardioide para las altas frecuencias, y de poder diseñar un preseteo personalizado para cada locutor y cada programa, combinando patrón polar, respuesta a frecuencia y funciones DSP. En base a este razonamiento, un micro digital estéreo podría captar en posición de matriz M/S. Y, al ser la señal digital recibida en estéreo, un micrófono monoaural podría enviar las señales pre o postprocesadas (pre o post DSP) independientes de una consola. Todo un nuevo mundo en materia de micrófonos.
Si tenemos en cuenta que al costo del micro de US$1799 hay que sumarle el de la interfaz (DMI-2 US$1049 y DMI-8 US$3249), el combo no es económico, y las nuevas tecnologías siempre tienen un inicio de alto costo. Pero si necesitas un micrófono totalmente adaptable a tus locutores, nada mejor que el TLM 103 D.
— Carlos Martin
