Las autoridades mexicanas no han tenido suerte para desmantelar la Radio Zeta, que posee una extensa red de antenas construida y operada por la organización criminal Los Zetas.
El cártel secuestra y esclaviza a técnicos para que ayuden a construir la red, cuya gran parte del equipo es muy fácil de reemplazar.
Al menos 36 ingenieros y técnicos han sido secuestrados en los últimos cuatro años, según un informe de Animal Político. Ninguno de los ingenieros secuestrados ha sido devuelto o encontrado. Según Felipe González, senador del Senado de México, el hecho que trabajadores calificados han ido desapareciendo en estas áreas no es coincidencia. “Ninguno de los ingenieros de sistemas que han desaparecido se ha encontrado”, dijo.
A diferencia de Colombia, donde los narcotraficantes controlan grandes cantidades de territorio y pueden mantener rehenes durante muchos años, el territorio del narcotráfico en México es más cambiante. “Cuando necesitan especialistas, los capturan, los usan y los desechan”, dijo el padre de un ingeniero secuestrado.
Por unos seis años, los cárteles mexicanos han dependido en parte de una red sofisticada de radio para sus comunicaciones. Los Zetas ocultan antenas y retransmisoras en lugares remotos y difíciles de llegar. Luego las conectan a paneles solares y las vinculan a teléfonos móviles con recepción de radio y a dispositivos de Nextel. Los jefes criminales se mantienen alejados de la red, pero utilizan la Internet para enviar mensajes. La red de radio actúa como un sistema de comunicación alternativo para los jugadores de menor nivel de los cárteles, y como herramienta para secuestrar radios militares.
Una de las redes que fue desmantelada el año pasado cubría el noreste de México con 167 antenas de radio. En septiembre, las autoridades mexicanas encontraron una torre de transmisión de 90 metros de altura en el estado de Veracruz.
Aparte de las radios, el extenso armamento del cártel causó que Ioan Grillo de GlobalPost señalara que “si [Los Zetas] deberían seguir siendo etiquetados como traficantes de drogas o si se los debería catalogar con una descripción más marcial”.
