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EN ESPAÑOL: ¿Cómo hablar en la radio?

Sea que haya estudiado comunicación o haya incursionado desde la práctica al mundo de la radio, el radialista atraviesa por un momento particularmente denso que puede bloquear el desarrollo de sus habilidades: hablar frente al micrófono.

Escrito por: Carlos E. Flores

Carlos E. Flores es periodista y productor peruano de radio basado en Quito, Ecuador.

Sea que haya estudiado comunicación o haya incursionado desde la práctica al mundo de la radio, el radialista atraviesa por un momento particularmente denso que puede bloquear el desarrollo de sus habilidades: hablar frente al micrófono.

No me refiero solamente al hecho de vencer el miedo a pronunciar palabras y articular ideas frente a dicho equipo — sin duda un desafío. Me refiero, sobre todo, a las variadas reacciones luego de haber grabado en cabina. “Mi voz no me gusta”, “es chillona”, “no vuelvo a grabar porque tengo una voz opaca” y un larguísimo etcétera que te impulsa a no volver a grabar. Parece drástico, pero sucede. O también sucede que el radialista vaya a una serie de talleres de locución para tener un buen tono de voz, “como los que hablan en la radio”.

No pretendo con este post decir que ninguna fórmula sirve. De hecho, si hay opción de seguir una capacitación hay que hacerlo. Pero con una salvedad: un taller no nos resuelve la angustia ni nos transforma en un locutor(a) estrella de la noche a la mañana. Es la aplicación constante de algunas rutinas y ejercicios para que podamos manejar mejor nuestra voz. Y creo que esa es la ruta: manejar nuestra respiración, modular nuestra voz y tener las ideas claras y concretas para contar historias.

Insisto, no quiero desmerecer los diferentes talleres que existen, pero los tres elementos que menciono son, desde mi perspectiva, la mejor fórmula para manejarnos frente a un micrófono y, sobre todo, tener la soltura para conducir un programa de radio. Yo apuesto por la voz natural, la que tiene sus acentos y giros propios en la pronunciación, pero sobre todo que se entienda, que module bien las palabras. No hablar “cerrado”, ni con ánimos alicaídos. Hay que sacar la voz, nuestra voz natural. Ponerle énfasis y vitalidad.

¿Pero, entonces, qué pasa con los locutores que manejan una “voz limpia y neutra”? Sin duda, en el espacio radial, hay diversas estéticas que ciertos anunciantes prefieren tener como voz de sus productos o de la radio misma. Son locutores(as) maravillosos(as), con una voz envidiable. Sin embargo, no es necesariamente la meta final que todos debemos seguir. Hay que “familiarizarse” con nuestra propia voz y contar buenas historias. Reconoce tu voz — escúchate — y no te angusties por alcanzar la voz “perfecta”. No quiere decir que no te entrenes, ni que dejes de practicar algunos ejercicios que pueden enriquecer tu voz. Hazlo. De hecho, si apuestas por “trabajar con tu voz”, es más que urgente tener en cuenta diversas rutinas.

Lo que quiero decir es que en radio no hay la voz o el timbre único que todos debemos alcanzar. Hablemos con acentos, con tu acento, pero sobre todo, contemos historias. Que no me malinterpreten mis colegas. No quiero decir que las voces impostadas no sean necesarias. Sin duda que sí. Pero si entras al mundo de la radio, si apenas das los primeros pasos, para vencer el miedo a hablar por el micrófono se empieza escuchándote a ti mismo, prestando más atención a tu propia voz. Es un reconocimiento a ti mismo. Es un reto a tu seguridad.

Twitter: @carlos_e_flores
Facebook: www.facebook.com/carlosflores.periodista

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