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FM Varela exige responsabilidad y profesionalismo

La historia de FM Varela (91.3 MHz) es fruto de la militancia política, social y comunicacional de un grupo de vecinos de esta ciudad.

FLORENCIO VARELA, Argentina — La historia de FM Varela (91.3 MHz) es fruto de la militancia política, social y comunicacional de un grupo de vecinos de esta ciudad.

Parte del equipo de FM Varela en el Centro Cultural sede de la radio. Hincado, tercero desde la izquierda, el director Cristian Domínguez

Por Jorge J. Basilago

Todo comenzó en 1989 con la creación del Centro Cultural ‘Mariano Moreno’ que dio origen poco después a una biblioteca popular, a un jardín de infantes y a la publicación del boletín ‘Falta y Resto’ para informar a la comunidad de sus actividades.

Cinco años más tarde, sin proponérselo y sin ninguna experiencia previa, estos hombres y mujeres iniciaron su trayectoria radial: una emisora comunitaria de Chascomús, a punto de cerrar sus puertas, les donó la frecuencia, la antena y sus equipos. Pero recién en 1998 pudieron salir al aire, sólo para comprender que la fascinación inaugural era apenas el principio de un camino lleno de obstáculos.

“Éramos un grupo de militantes que no teníamos ni idea de cómo hacer radio: agarrábamos el micrófono y decíamos una palabra por hora”, dijo el director de la radio, Cristian Domínguez. “Era todo muy precario, pero nos fuimos haciendo de a poquito”.

A causa de la inexperiencia de sus fundadores, la primera etapa de FM Varela tuvo más que ver con el entusiasmo que con la calidad o el profesionalismo técnico y artístico. Por el contrario, en lo político se hicieron de una sólida base de sustentación gracias a sus buenas relaciones con los habitantes de la zona y con otras organizaciones sociales, políticas y territoriales. A tal punto que, a diferencia de muchas radios de baja potencia, no sufrieron las denuncias e intentos de decomiso de equipamiento habituales en aquella época.

Sin embargo, la voluntad de construir un medio de puertas abiertas a cualquier propuesta acabó por dañar, primero, la programación, y más tarde la infraestructura de la radio. En materia de contenidos terminaron cayendo en el facilismo del discurso crítico radicalizado, siempre riesgoso aún cuando los gobiernos de turno puedan merecerlo. “No compartimos ese modelo porque uno termina siendo escuchado por quienes ya están convencidos”, dijo Luis Demitre, actual responsable de contenidos y co-conductor de dos programas periodísticos.

Néstor Misko, conductor del programa ‘La música, idioma universal’, en la cabina de FM Varela

El operador técnico y productor Jorge Gómez, en la cabina de operación técnica

Por otra parte, la entrada y salida de personas sin ningún control concluyó con el robo de todos los equipos en 2005. Unos meses antes, la torre de transmisión había caído durante una tormenta. El silencio impuesto por ambos hechos llevó al grupo a repensar ciertas prácticas y corregir parcialmente el rumbo del proyecto. Así se sumaron algunos comunicadores con formación universitaria, con la premisa de desarrollar una línea de capacitación propia: la emisora mantuvo su apertura, pero pasó a exigir un mínimo de responsabilidad y profesionalismo a sus conductores y productores.

El nuevo comienzo, entonces, incluyó el dictado de un taller anual de producción integral de radio, requisito fundamental para quienes desean realizar un programa en FM Varela. “El primer paso estratégico es la capacitación: cómo llenamos nosotros la grilla y cómo empezamos a darle un perfil a la radio diferenciándonos un poco más de la generalidad de las radios de Florencio Varela, que son ‘kiosquitos’ (NdeR: Coloquialismo para indicar que sólo arriendan espacios)”, dijo Domínguez.

Bajo el lema “formar para informar, informar para transformar”, en sus cuatro ediciones este curso fue completado por unos 250 alumnos provenientes de escuelas secundarias con orientación en comunicación, universidades, organizaciones sociales y medios locales.

Parte del equipo periodístico de FM Varela en el estudio. Desde la izquierda: Gastón Herrera, Silvia Barriento, Daniel Gómez y Daniel Alemán

“La capacitación dura generalmente seis meses: cuatro a modo de taller, una vez a la semana; y dos meses de práctica donde les hacemos un seguimiento en el armado de una producción”, dijo el comunicador, productor y docente Daniel Gómez, responsable de la actividad junto a Silvia Barriento y Juan Senra.

Más allá de abordar tanto los distintos géneros radiofónicos como las cuestiones técnicas y artísticas básicas, el taller también profundiza en el costado político de la comunicación. El objetivo de esto último, según Gómez, es que los más desprevenidos comprendan que todo medio tiene una línea editorial, cuya intencionalidad y perspectiva es necesario reconocer. “Los estudiantes tienen que saber desde dónde están hablando y qué están diciendo, para desmitificar la idea de la neutralidad y la objetividad”, dijo.

Por su parte, Barriento agregó otro mito que se proponen desterrar: aquél que menosprecia a las radios populares o locales por su bajo nivel de producción o la falta de profesionalismo de sus comunicadores. “Esas cosas las tenemos que romper para aquellos que piensan que los humildes ‘se comen las eses’ cuando no es así: carecen de recursos, pero hablan bien”, dijo.

Demitre señaló además que todos los participantes, al concluir el taller, disponen de un espacio gratuito durante un año para realizar su programa. La intención es que esos espacios se sostengan en el tiempo, a fin de cubrir toda la grilla de programación con contenidos propios y de calidad. Pero este objetivo aún está pendiente: su concreción choca contra la realidad de los productores y conductores, quienes deben trabajar en otras ocupaciones para subsistir.

Como se aprecia, la dificultad para generar recursos económicos genuinos no es desconocida en FM Varela: “Ninguno de nosotros sabe venderle agua a un sediento”, bromeó Demitre. La impericia del grupo en el aspecto comercial-publicitario ha derivado en una casi exclusiva dependencia de los fondos políticos, como subsidios y campañas oficiales. De hecho, tras la conclusión del taller radiofónico 2010, la emisora pudo reequiparse parcialmente gracias a dineros aportados por el Ministerio de Desarrollo Social.

ASPECTO TÉCNICO DE LA EMISORA

Tras el reequipamiento parcial del último año, FM Varela cuenta actualmente con una antena Novus de 36 metros, con cuatro dipolos cerrados, y dos equipos transmisores: un Mafer – Siglo XXI y un M31, ambos de 300 W. En la cabina de operación utilizan una consola Eagle Broadcast Mix62 de Trialcom; un ordenador genérico con software Audacity, SoundForge y Vegas para edición, Zara Radio para transmisión en vivo y Jazzler para los segmentos automatizados; compacteras SKP Pro Audio y un doble deck TEAC.

Por último, el estudio dispone de un micrófono omnidireccional HSR, auriculares General Electric y un ordenador genérico con conexión a internet.

“Esta es una radio que recibe la pauta municipal y muy difícilmente nos encuentren hablando bien del intendente”, dijo Demitre. Si bien esto prueba la ética del medio, el cuidado tan estricto de su perfil también complica la recaudación por vía de la venta o alquiler de espacios. En especial cuando se trata de programas periodísticos: “Los productores se acercan porque nuestros precios son muy convenientes, pero la línea editorial la maneja la radio y cuando les fijamos algunas pautas normalmente no aceptan”, dijo Demitre.

Aún con las limitaciones mencionadas, la capacitación fortaleció la línea artística de la emisora. Según Demitre, mantienen el compromiso y la solidaridad con el actual proceso político latinoamericano, pero buscaron darle una “estética atractiva” para hacerlos amigables con una audiencia más diversa. La apuesta de transmitir online — iniciada a mediados de 2010 — es otro paso en este sentido.

“Lo incorporamos como una cuestión de profesionalismo y prestigio, porque desde el punto de vista de oyentes no ha sumado mucho: sólo explota cuando se transmiten los partidos de Defensa y Justicia (NdeR: Popular club de fútbol local)”, dijo Demitre.

La audición deportiva es la única realización “externa” dentro de la docena de espacios que difunde FM Varela cada semana. No obstante, dado que estos envíos no alcanzan a cubrir la totalidad de la grilla, Demitre apuntó que recurren a microprogramas del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO), la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), el Ministerio de Desarrollo Social y otras organizaciones dedicadas a la producción sonora.

METAS INMEDIATAS DE FM VARELA

Sin problemas a la vista en lo técnico y lo artístico, entre las metas inmediatas de los radialistas aparece la reactivación de las actividades culturales para la comunidad.

Durante este año, desde la emisora y el Centro Cultural ‘Mariano Moreno’ se organizaron comparsas de carnaval, ciclos de cine para niños y conciertos de rock. Además, se han involucrado en dos campañas de reparación histórica que buscan cambiar el nombre de su ciudad y el del ferrocarril que pasa por ella, pues homenajean a personajes históricos (Florencio Varela y el general Julio A. Roca) para nada simpáticos desde su perspectiva.

De esta manera se evita la excesiva “musicalización” del aire y, dado el tipo de contenidos difundidos, se subraya el costado ideológico del proyecto.

También la articulación con numerosos movimientos o entidades afines contribuye a nutrir la programación. Un ejemplo es el espacio ‘Sociedad de Fomento al día’, realizado por esa agrupación barrial; y otro tanto sucede con el acuerdo de pasantías firmado con la facultad de comunicación de la Universidad Nacional de Quilmes. “También hay compañeros que son militantes y dirigentes de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba), tenemos convenio con la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) y una buena convivencia con los partidos políticos”, dijo Demitre.

Otra prueba de la vocación colectiva de FM Varela la dio su director en abril, durante la última asamblea nacional de FARCO. Al solicitar la aprobación de la mesa directiva — finalmente concedida — para integrarse activamente a la red comunitaria, Cristian Domínguez hizo énfasis en este aspecto: “¿Por qué queremos pertenecer a FARCO? Hay muchas razones, pero principalmente creo que es la única forma de lucha, en el marco de una guerra donde nosotros estamos tratando de imponer un modelo de país, un modelo de construcción totalmente distinto, y creo que la única forma es hacerlo en conjunto”, enfatizó.

Jorge J. Basilago es periodista gráfico y radial independiente que cubre el acontecer mediático y cultural desde Buenos Aires, Argentina.

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