Pablo Silveira Artagaveytia MONTEVIDEO, Uruguay — Cuando amanece en la capital uruguaya, Pablo Silveira Artagaveytia despierta a su audiencia con el programa Aldea Sonora, en Emisora del Sur 94.7 MHz y en 1290 kHz. Su conductor propone “un puente de memoria en las geografías sonoras del continente”. Eduardo Curuchet fue al encuentro de Silveira para conversar sobre cómo lleva adelante su propuesta radial.
Radio World: ¿Por qué el programa se llama Aldea Sonora?
Pablo Silveira Artagaveytia: El nombre surge de un artículo que escribí para la revista Memoria Sur, de la Fundación Vivian Trías, que se llamó Aldea Sonora. Allí parafraseo a Marshall Mcluhan, por lo de la aldea global. Pero desde otra perspectiva, entendiendo que la música no es un lenguaje universal. En su momento Europa, y después Estados Unidos, han querido a través de las industrias culturales reafirmar el concepto de que existe una única música en el mundo y que la entendemos todos.
Pero desde hace muchos años, diversas disciplinas sostienen que en el mundo existen muchas culturas, y la música también pertenece a ese mundo, y por tanto hay muchos lenguajes musicales. Es en ese sentido que yo planteé la idea de la Aldea Sonora.
Incluso traté de evadir el tema de los nombres de los músicos. Históricamente, occidente, a través de la educación y a través de los medios de comunicación, ha construido el relato sonoro a través de nombres y apellidos vinculados al mercado de bienes simbólicos y de la industria de la música. Se deja de lado a la mayoría de la población, ubicándola como espectadora, no como partícipe. Pero generalmente el pueblo hace música en su vida cotidiana y no con el objetivo de ser famoso, grabar un disco o ser difundido en un medio.
Ese fue el elemento disparador para pensar un espacio radial, que tuviera piezas sonoras y otros componentes que tengan que ver con el momento histórico y las circunstancias que lo determinaron. Un desafío que a veces lo logramos y a veces no.
RW: ¿Cómo es el perfil de programa?
Silveira: De repente puede haber algún programa temático que tenga que ver con algún hecho histórico, como el 19 de junio que se cumplieron 250 años del nacimiento del prócer uruguayo José Gervasio Artigas. Seleccionamos textos y temas musicales que nos remitieron a él. También damos cabida a nuevas generaciones de músicos que están produciendo nuevos materiales, o sobre otras cuestiones que pasan en el país.
Por ejemplo, me enteré de una cosa maravillosa que pasa en un liceo público de la Costa de Oro (departamento de Canelones). Allí desde hace cinco años los docentes tienen como actividad llevar a sus alumnos de viaje por todo el Uruguay. No sólo que recorren el país, que tiene que ver con el programa curricular de ese año, sino que además se fueron en el verano a Bolivia. Esos hechos como comunicadores tenemos que amplificarlos para mostrar las cosas buenas que se hacen. Tenemos que ver cómo vamos a viajar en este relato para contarles a nuestros oyentes esta experiencia.
Nosotros tratamos de armar un espacio que no sea una gran rocola, sólo con temas musicales enganchados. Armamos un hilo conductor, contextualizando el tema, que quizás fue resignificado con el tiempo.
Dentro del programa tenemos una columna que quiero destacar y es “Los caminos de nuestra América”, del profesor de historia José Luis Porto. Esta columna nos muestra y pone al día con diferentes realidades de nuestro continente, acorde con nuestro eslogan que es intentar ser “un puente de memoria en las geografías sonoras del continente”.
RW: ¿El horario te condiciona la característica del programa?
Silveira: Así como está armada la propuesta, no podría ser concebida para otro horario que no fuera ese. Al amanecer la gente está más proclive a escuchar la voz y hay otra velocidad del ser humano. Me fascina el hecho de poder reflexionar y detenernos a escuchar un tema musical, una entrevista o un pensamiento. Eso da la posibilidad de compartir materiales sonoros, escritos y reflexiones que van a otra velocidad.
Cuándo surgió este proyecto las autoridades de la radio me planteaban que tuviera un corte folklórico. Mi contrapropuesta fue diferente. Hacía unos días yo había leído una entrevista a BB King dónde él se quejaba de que el blues en Estados Unidos lo pasaban después de las 12 de la noche, de que hubiera un horario para escuchar determinado tipo de música y yo adhiero a sus palabras.
Creo que la industria de la música nos ha señalado como algo que debe ser así. Cómo que a las seis de la mañana lo que puede ir es sólo música folklórica. La propuesta mía fue compartir diferentes piezas sonoras de diversas culturas, épocas y estilos.
Incluso a veces no logro pasar tan seguido, como quisiera, a los músicos de nuestra canción uruguaya. Creo que es una responsabilidad — como medio público y estatal — no pasar siempre a los mimos autores y las mismas piezas sonoras. Cada vez que se enciende la lucecita roja del estudio para salir al aire, se abren nuevas expectativas, más allá de lo que uno tiene programado.
RW: ¿Cómo es el relacionamiento con la audiencia?
Silveira: Yo no emito las llamadas al aire, por la razón de que el programa tiene determinada estructura que respeto. Generalmente la comunicación con la audiencia es a través de correos electrónicos o mensajes de texto. Lo que sí me ha pasado con la audiencia es que aportan cosas interesantes, que luego se han transformado en entrevistas preparadas en el programa. Tengo mucho contacto con la diáspora uruguaya.
Ficha técnica del programa
Aldea Sonora
Emisora del Sur 94.7 MHz y 1290 kHz
Conducción de Pablo Silveira Artagaveytia
Lunes a viernes de 6.00 a 7.00 horas
aldeasonora94.7@adinet.com.uy
www.emisoradelsur.com.uy
Cuando empecé el programa yo sólo daba el número de teléfono, y básicamente me llamaban cuatro o cinco personas. Hasta que un día, un querido amigo y operador radial, Henry Flores, me incitó a pasar el celular. Lo pasé al aire y ese día me tembló la voz, porque fue impresionante la cantidad de gente que me escribió inmediatamente. Desde pescadores, hasta taxistas, gente que estaba estudiando para exámenes… Tuve que ir a una pausa por la impresión que me causó, y ahí empezás a dimensionar el impacto y ver la responsabilidad que tenés al estar frente a un micrófono.
A raíz de eso he profundizado más la comunicación con los oyentes y, si lo amerita, le doy espacio a las inquietudes o propuestas que me plantea la audiencia.
Eduardo Curuchet es periodista, comunicólogo y asesor en comunicación institucional. Curuchet es además coautor de “Las otras radios. Entra la legalidad y la legitimidad” y de “¿Radio o ruido comunitario?”.