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Se debate programación de música local en Chile

El año pasado se aprobó en este país un polémico proyecto de ley que obliga a las radios a programar al menos un 20 por ciento de música chilena. Hoy, dicho cuerpo legal se encuentra estancado en el senado, pero la controversia continúa.

SANTIAGO DE CHILE — El año pasado se aprobó en este país un polémico proyecto de ley que obliga a las radios a programar al menos un 20 por ciento de música chilena. Hoy, dicho cuerpo legal se encuentra estancado en el senado, pero la controversia continúa.

Por Sebastián Andrade Daigre

Considerando que en Chile las canciones angloparlantes conforman casi la mitad de la programación musical de las radioemisoras, hace tiempo distintos sectores vienen promoviendo acciones tendientes a fomentar la difusión de música local.

La más llamativa de estas iniciativas provino del diputado del partido de gobierno Unión Demócrata Independiente (UDI), Enrique Estay, quien en 2009 propuso una modificación al Artículo 15 de la Ley 19.928 de Fomento de la Música Nacional, que fue aprobada por la Cámara de Diputados al año siguiente. El cuerpo legal exige que las radioemisoras, dentro de su programación fonográfica diaria, emitan, al menos, un 20 por ciento de música nacional.

Cree Sergio Cancino que estamos frente a un cuerpo legal bien intencionado, pero que no apunta en la dirección correcta.

A juicio del promotor del proyecto, la implementación del mismo tiene como objetivo “dar un enorme impulso a la industria musical chilena, la que será capaz de revertir el fenómeno de la globalización, que hace que muchos artistas chilenos no tengan la necesaria exposición en los medios de comunicación, en particular los radiales”.

Apenas anunciado el proyecto, se desató una fuerte controversia y los bandos en pugna quedaron bastante claros: por un lado, músicos y artistas, y por otro, representantes de la industria radial.

Dentro de este último grupo está Luis Pardo, presidente de la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi) quien manifestó su total desacuerdo con la idea. El proyecto “atenta contra la libertad de programación, pasa a llevar la autonomía editorial y no da cuenta de la existencia de distintos tipos de radios, cada una de ellas con sus propios, perfiles, formatos y programaciones”, dijo Pardo.

El diputado Enrique Estay opina que el proyecto “dará un enorme impulso a la industria musical chilena” y revertirá el fenómeno de la globalización.

Igual visión tiene Sergio Cancino, director de Radio Uno (97.1 FM), única radio del país que transmite exclusivamente música chilena. Para él, se trata de un cuerpo legal bien intencionado, pero que no apunta en la dirección correcta. “Se trata de una solución facilista que sólo beneficia a los músicos más consagrados que ya tienen una trayectoria y un nombre ganado”, dijo Cancino. “Ellos no necesitan una ley para ser programados”.

Piensa Cancino que, enfrentadas las radios a esta ley, optarán por el camino más cómodo de programar a aquellos artistas ya probados frente a los radioescuchas, por lo que las emisoras no “se la jugarán por promover a emergentes figuras de la escena local, principio rector del mencionado cuerpo legal”.

Radio Uno, con su programación enteramente de música nacional, tiene espacio para una programación más variada.

“En Radio Uno programamos músicos que son muy populares en la escena local, pero que no tendrían ninguna posibilidad de salir al aire en el resto de las radios”, dijo Cancino. Asegura también que en Chile hay suficiente música para llevar adelante una programación comercialmente exitosa. Según Cancino, aun cuando la programación de Radio Uno es mayoritariamente de catálogo (artistas consagrados), tiene un importante espacio para aquellos aún no conocidos de forma masiva y que tienen las puertas cerradas en los restantes medios de comunicación, no sólo radiales.

El presidente de Archi, Luis Pardo, asegura que el proyecto de ley “atenta contra la libertad de programación y pasa a llevar la autonomía editorial”.

Dentro de los artistas nacionales hay satisfacción con el proyecto de ley. Claudio Narea, ex guitarrista de Los Prisioneros, piensa incluso que un 20 por ciento es muy poco y que debería ser mucho más. Narea habla, incluso, de llegar a un 50 por ciento.

A su vez, Ángelo Pierattini, ex vocalista de la banda Weichafe, estima como muy positiva la aprobación de esta ley, “que hay que recibirla como la piedra fundamental para que nuestro oficio, trabajo y creatividad se valore como corresponde”. En tanto la cantante Denisse Malebrán, ex integrante del Consejo Directivo de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), asegura que “buscar que el país tenga identidad nacional, reflejada en la presencia de artistas chilenos en la difusión radial, es un derecho para nosotros”.

En la calle, también opina la gente. Patricio Muñoz, asiduo oyente de música en las radios, cree que es bueno que se fomente la difusión de los músicos locales, pero que si no es así, “no hay problema, porque sé que tengo a Radio Uno si quiero oír a los artistas chilenos”.

Similar percepción tiene Pablo Maldonado, quien se considera un frecuente consumidor de música, tanto nacional como extranjera y que le gusta ver en vivo a solistas y diversas bandas los fines de semana. Maldonado piensa que siempre será bueno promover a los músicos locales y que éstos merecen tener mayor cabida en los medios de comunicación. “Si una ley ayuda a que nuestros artistas sean más programados en las radios, bienvenido sea”, dijo.

La cantante chilena Denisse Malebrán aplaude el proyecto de ley, pues estima que se trata de un derecho ganado por los artistas de aquel país.

No obstante la aprobación por parte de los diputados, la discusión del proyecto quedó estancada en el senado debido a que se han priorizado otros proyectos de ley.

Pardo dijo que ellos estarían dispuestos a aceptar una iniciativa si se consideran importantes cambios al proyecto del diputado. El más básico: que se elimine la obligatoriedad del 20 por ciento por un proyecto más flexible, que considere incentivos económicos para que las radios transmitan mayor cantidad de música local, donde se podría llegar mucho más allá del 20 por ciento impuesto.

Respecto a esta polémica ley, Cancino también se pregunta por qué esta iniciativa le carga la mano exclusivamente a la industria radial para intentar salvaguardar la difusión de la música chilena. “Creo que el resto de los medios de comunicación, en especial la televisión, tienen una importante deuda con la nuestra música”.

Según Cancino, bajo esta misma óptica habría que obligar a los canales de televisión a tener una cuota similar o a los periódicos a dejar un importante porcentaje de su espacio. “Pero únicamente nos exigen a nosotros”, dijo.

Mirando en perspectiva el tema, Cancino cree que la falta de difusión de música nacional no se soluciona con una ley. “Estamos frente a tema más global, que tiene muchas aristas”, dijo.

Al cierre de esta edición, no hay nada seguro en cuanto a plazos y sólo el tiempo dirá cuándo y en qué forma este proyecto verá la luz.

Sebastián Andrade Daigre envía informes sobre la industria desde Santiago de Chile.

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