Fig. 1: Una bala perforó la pata de una torre; el daño lo advirtió un instalador de torres durante una inspección trimestral. Nuestras torres de difusión por lo general están instaladas en logares remotos. Estos lugares, en otoño, representan un atractivo para ciertos vándalos que creen que las torres, los postes de iluminación y los cables coaxiales son blancos en un polígono de tiro.
Los daños ocasionados por disparos pueden ser solo una molestia o un hecho catastrófico. Este tipo de incidentes también representa una amenaza para los ingenieros.
Los cazadores responsables respetan los carteles de “Prohibido cazar”, por lo que hay que usarlos. Pero ¿qué se puede hacer cuando ya ha ocurrido el daño? A menos que una bala haya perforado su línea de transmisión o su antena, y se haya producido una pérdida drástica e inmediata de la presión de aire (o algo peor), es posible que nunca se entere de que sus instalaciones han recibido un balazo.
Es por eso que es tan importante que un instalador lleve a cabo una inspección de forma trimestral e incluso anual. Sí, estas inspecciones son costosas. Considérelo como un seguro: ¿Qué problemas encontrará un instalador que puedan derivar en un desastre terrible?
En la Fig. 1, se muestra un ejemplo. Esta “persona armada” (no lo beneficiaré con el título de cazador) eligió un blanco increíble. Pero la víctima es el instalador de torres, cuya línea está sujeta a la torre. Es el que sacó la fotografía. Este tipo de daño provoca resquemor.
Fig. 2: Durante las inspecciones de las torres, también se puede descubrir, por ejemplo, óxido en los prensacables. Además del orificio que atraviesa la pata de la torre, el inspector de la torre puede encontrar el cable coaxial mellado o con orificios, correas o ganchos de soporte rotos y luces de la torre rotas. Al igual que este ingeniero, asegúrese de que la persona que suba por la torre lleve una cámara. Documentación de este tipo abre las puertas a un gran debate con su gerente general (además de la excelente referencia visual que tendrá para compartir con ingenieros colegas en una próxima columna en el Taller del Ingeniero — se garantiza confidencialidad).
La persona que suba por la torre también puede notar cosas que merezcan mayor atención, por ejemplo, óxido en sujetadores de línea, como se puede ver en la Fig. 2. Gracias a las fotografías, resulta fácil determinar que esta torre necesita asistencia. Pero dicha asistencia requiere una inversión y, en tanto la emisora esté al aire, esos problemas pueden dejarse de lado para ser tratados por la gerencia superior.
Las fotografías también son útiles para protegerlo a usted como ingeniero ante reclamos equivocados, donde se lo culpe de que “no está haciendo su trabajo”. En la actualidad, donde las demandas judiciales están a la orden del día, tómese el tiempo para anotar lo que haya visto, enviar su opinión al gerente general o el propietario y conservar una copia.
La inspección de su torre debe contemplar tanto la torre como el personal y los puntos de anclaje. Controle los puntos de anclaje, recorra las instalaciones con el instalador y pídale su opinión profesional acerca de las áreas que podrían mejorarse o actualizarse. Con tantas emisoras preparando los presupuestos en esta etapa del año, una nueva capa de pintura en la torre puede postergar la compra de nuevas computadoras para ventas.
— John Bisset