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EN ESPAÑOL: ¿Radio Digital en América Latina?

Escrito por: Carlos E. Flores

Carlos E. Flores es periodista y productor peruano de radio basado en Quito, Ecuador.

Ha transcurrido buen tiempo en que fabricantes y gobiernos invirtieron en ideas y recursos sobre ciertas tecnologías que puedan fortalecer la transmisión de la radio analógica (Onda Corta, AM, FM) para dar el salto a la llamada radio digital, que no es sinónimo de radio on line. Afirmo esta última premisa porque, en muchos casos, escucho a estudiantes y profesores manejar dichos términos de manera indiscriminada.

Hay diversos estándares para para la transmisión de radio digital: IBOC (In-Band On-Channel), DAB (Digital Audio Broadcasting), DRM (Digital Radio Mondiale) y el ISDB-Tsb. Cada país decide cuál de ellos utilizar, bajo criterios que si bien tienen que ver con lo técnico también influyen los políticos y económicos. En el continente ya existen algunas pruebas que se realizan en países como México, Brasil, Colombia, Ecuador. En el caso de este último, la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUPERTEL) comunicó que se mantuvo reuniones con representantes de DRM para realizar las pruebas necesarias (capacitaciones, adecuación de infraestructura, entre otros). Son las radios HCJB y Radio Unión (Unión Nacional de Periodistas) las que marchan desde el 2011. Aunque en el caso de Radio Unión, el Consejo Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) no renovó la frecuencia al gremio después de 34 años de concesión.

Pero, el titular de esta publicación va en signos de interrogación por una razón: el escaso debate e información sobre la digitalización de la radio. Primero, existen más fuegos pirotécnicos en relación a la televisión digital terrestre, de la cual se ha debatido, analizado y hasta fijado fechas para el apagón analógico. Segundo, las propias radios — en su mayoría — no tienen necesariamente el interés por debatir y abordar el tema con profundidad ni realizar los acercamientos necesarios a los estados para empujar alguna agenda específica. Tercero, las entidades de telecomunicación no se inclinan por transparentar los procesos, avances y obstáculos que pueda suponer el cambio analógico al digital en la radio.

Se pueden argumentar diversas razones de por qué hay esta escasez de debate e información sobre la radio digital, pero también hay otro asunto que se debe plantear desde el lado de la producción radiofónica. ¿Estamos preparados para la generación de contenidos que responda a la diversificación de frecuencias con la entrada de la señal digital? Ciertamente no es una pregunta obvia ni ingenua. Si algo debemos criticar en la producción radial es que probablemente nos quede largo el mantel. Es decir, que sea un atractivo mejorar la calidad de transmisión y ampliar el número de frecuencias, por ejemplo, y queden escasas ideas para la producción de formatos y contenidos.

Esto no implica que dejemos de lado la posibilidad de abrir un debate más democrático — no silencioso o de bajo perfil — sobre la digitalización de la radio. Significa que debemos preguntarnos también por la contraparte. Si tenemos un buen recipiente, ¿con qué lo llenamos? Y esa pregunta no se responde acudiendo a lo más inmediato como una programación musical. Es una invocación para que los formatos y la palabra argumentada no queden fuera. ¡Los contenidos, los contenidos!

Twitter: @carlos_e_flores

Facebook: www.facebook.com/carlosflores.periodista

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