Por Fernando W. Saravia V.
LIMA, Perú — La radiodifusión de hoy avanza a pasos agigantados y los técnicos e ingenieros deben apresurar su paso para no quedarse atrás.
Hace una década y media escribí el artículo “¿Qué es un ingeniero de radiodifusión?” para Radio World América Latina (Edición del 1º de septiembre de 2000).
En él describí la óptica desde la cual observaba la especialidad de la radiodifusión sonora, intentado dar el perfil requerido para el especialista de dicha área, luego de experiencias vividas que se iniciaron allá por 1982.
A la fecha muchas cosas han cambiado y el perfil buscado para un profesional en el área de radiodifusión contiene nuevos requisitos en comparación a épocas anteriores.
Aunque hoy en día se encuentra más literatura sobre lo nuevo y herramientas de software, sin embargo creo que siguen y seguirán siendo importantes los conceptos básicos de la radiodifusión, como la radiopropagación, la radiotransmisión, la acústica, la sonorización y la digitalización, entre otros.
Muestra de ello es una variedad de aplicaciones que corroboran dicha afirmación. Por ejemplo, el concepto del rango dinámico de una señal de audio que nos permitirá diferenciar con claridad entre un audio en vivo y el procedente de un archivo comprimido digitalmente es un tema importante. Otros temas que puedo citar son los criterios de selección de un sistema irradiante que cumpla los límites máximos permitidos de radiación no ionizante, los criterios del entorno bajo el cual debe operar un transmisor de estado sólido, y los criterios de compatibilidad electromagnética en la ubicación de una planta de transmisión.
Al margen de las características que mencioné allá por el año 2000 — que son vocación, persistencia, habilidad, precaución, ganas de aprender, responsabilidad, personalidad, temperamento y organización — puedo agregar las siguientes:
• Olfato para investigación. En los tiempos actuales no siempre se encuentra la información necesaria para emprender un nuevo proyecto del cual no se tiene suficiente conocimiento. Ello hace necesario que se deba tener olfato, además de habilidad para encontrar y discernir las fuentes de información validas en forma verbal, física o en la Web.
• Dominio básico de herramientas de informática y redes. Es preciso tener conocimiento de herramientas tales como procesadores de texto, gráficos, hoja de cálculo, página Web, email, etcétera. Asimismo, la mayoría de equipamientos y/o dispositivos ofrecen opciones de administración remota, por lo que deben conocerse las distintas formas de conectividad para acceder a ellos.
• Capacidad para auto aprendizaje. La tecnología de la radiodifusión está en constante renovación y modernización. Se debe tener una capacitación formal necesaria, además de tener la capacidad para auto aprender nuevas opciones o alternativas técnicas con anticipación.
El panorama de la difusión de los contenidos se ha ampliado y ya no es sólo AM y FM en analógico y/o digital, sino que ahora hay satélite, Internet, móviles y multimedia, por ejemplo. Debido a esto, el ingeniero de radio debe tener la facilidad de poder conocer dichas técnicas con la profundidad suficiente para poder gestionar y/o realizar las tareas que la gerencia le encargue.
En ámbitos donde hay una especialización para cada área y se permite el concurso de todos los especialistas para la ejecución de un proyecto, puede que no sea necesario que el ingeniero tenga un conocimiento algo más que básico de las áreas involucradas. Sin embargo, en mi apreciación creo necesario que lo es, en la intención de hacer una buena gestión.
En esa dirección es importante la idoneidad y calidad de los criterios que difundan los centros de enseñanza especializados en el área de radiodifusión. Siendo importante en la evaluación del nivel de dichos centros la forma en que se imparten los principios básicos. Es importante en particular si se sustenta en la insistencia de los criterios y principios clásicos o básicos de comunicación clásica, o si estos son minimizados e inclusive dejados de lado. Esta apreciación podría generar controversia, ya que se podría argumentar que para enseñar lo nuevo no es necesario tocar lo antiguo.
Esto no necesariamente es cierto. Supongamos que estamos aprendiendo el uso de un software que aplica el método de los momentos para darnos la caracterización de un sistema irradiante de AM. Entonces, por no conocer la forma en que se comporta un sistema real, se podría tener una interpretación errada de los resultados obtenidos. Por ejemplo, se podría tener una interpretación errada respecto a la impedancia de la antena obtenida.
La modelación siempre debe tener correlación con lo real para que el análisis y/o predicción sea útil.
En la AM, particularmente la analógica que sigue vigente en muchos países, la parte de transmisión y propagación es una mezcla de conocimientos y pericia en su instalación o mantenimiento. Por ejemplo, se deben tener los conocimientos y herramientas necesarios para lograr una buena eficiencia de la unidad de acoplamiento o del sistema de tierra. Otro caso es la conveniencia o no de usar un monopolo doblado. Los tópicos citados, entre otros, son subsistemas fundamentales, indistintamente de si se trata de AM analógica o digital, tanto para la propagación como para el audio emitido.
Es por ello vital el conocimiento teórico de los mismos y el de su realización mediante el análisis de casos reales, que ocurren en contadas ocasiones. No todos los días se instala o modifica el sistema irradiante de una AM.
Luego se hace importante que quien enseñe dichos tópicos sea alguien que tenga experiencia de campo con varias instalaciones exitosas en su haber y con buena capacidad de análisis.
El área de radiodifusión es evolutiva y dinámica, requiriendo del técnico o ingeniero involucrado una buena capacidad de criterio y conocimiento para estar siempre vigente.
Fernando Walter Saravia Villanueva es ingeniero de radiodifusión y escribe artículos relacionados a la industria desde Lima, Perú.
