Si el gerente de su empresa ignora sus súplicas para proteger los equipos en otra ubicación (una estrategia que muchos ingenieros en los Estados Unidos adoptaron después del 11 de septiembre), muéstrele el resultado de la falla en esta torre.
Fig. 1: Revise la verticalidad y la tensión de los cables de la torre.
Fig. 2: Una colina, fuertes vientos y una torre muy cargada pueden ser una mala combinación. La torre atirantada estaba situada en la cima de una montaña muy alta. Las fuertes ráfagas de viento eran algo habitual. Según el propietario del sitio, los trabajos de verticalidad y tensión de los cables de la torre se terminaron el año pasado.
El propietario debe preguntarse al respecto: ¿La torre estaba correctamente tensada? ¿El diseño de la torre era adecuado para soportar las nuevas antenas que se incorporaban periódicamente? ¿La torre estaba sobrecargada?
Fig. 3: La TV, la FM, las comunicaciones bidireccionales y otros usuarios perdieron sus antenas.
Fig. 4: Es un milagro que los edificios no hayan sufrido daños. Sólo el cable coaxial fue arrancado a través de las paredes. Resulta particularmente interesante la fuerza que desprendió los pernos de los salientes de la torre, tal como se ve en la parte superior de la Fig. 5; una postal poco agradable que habla de una pesadilla de la ingeniería.
Fig. 5: Los pernos sueltos de los salientes de la torre permiten tener una idea de las fuerzas actuantes. Consejos básicos para evitar una mala experiencia con la torre:
No economice evitando realizar un estudio estructural antes de agregar antenas y cables; hacerlo es un buen seguro. Si piensa comprar una torre nueva, incluya todas las cargas de antena posibles que pueda necesitar, incluso la celular.
Asegúrese de que se efectúen revisiones periódicas a la torre (cada tres meses está bien) para detectar potenciales problemas.
Si se descubre alguno, regístrelo para protegerse a sí mismo o a su negocio de ingeniería contratado. Cuando ocurre este tipo de catástrofes, todos buscan a quién culpar.
Adopte un plan de emergencia. Aquí es donde entra en acción el sitio secundario. Incluso si sólo consta de una antena de bahía única y un excitador, podrá mantener la transmisión al aire. Si comparte el sitio con otras emisoras, discuta con ellas el plan. Posiblemente puedan desarrollar una ubicación en común para alojar los equipos de respaldo.
Por último, si algo no luce bien, investigue. Es su responsabilidad cuidar los recursos técnicos de la emisora.
— John Bisset
