La narración futbolística ecuatoriana perdió a una de sus personalidades más reconocidas el 5 de agosto. Carlos Efraín Machado, uno de los pioneros del periodismo deportivo en este país, falleció en Quito a los 78 años. Un paro cardíaco, combinado con el Mal de Alzheimer que padecía desde tiempo atrás, fueron los motivos de su deceso.
Merecedor de apelativos como ‘la voz con ángel’, Machado fundó en 1965 la Nueva Emisora Central (NEC, 1180 kHz) y se lo considera un maestro de los actuales periodistas deportivos y relatores en Ecuador.
“Lo escuché desde chico en el Modelo (NdeR: Se refiere al Estadio Modelo Alberto Spencer de Guayaquil) y tuve a Petronio Salazar, Jacinto Landázuri, Pepe Murillo y ahora Carlos Machado, cuatro relatores históricos que eran un eco en nuestros estadios”, dijo el comentarista Carlos Víctor Morales en su cuenta en la red social Twitter.
Entre los numerosos hitos de su trayectoria se destacan el haber llegado a narrar tres encuentros un mismo día en diferentes ciudades (Quito, Manta y Guayaquil), además de romper con el regionalismo Costa-Sierra transmitiendo indistintamente desde ambos sectores del Ecuador.
También cubrió todos los mundiales de fútbol desde 1978 hasta 2006, con la única excepción de la cita en Italia ’90. “En ocasiones me sangraba la garganta de tanto relatar, pero no le podía quedar mal a los muchachos”, dijo en una entrevista.
La vehemencia de su estilo narrativo y la intensidad con que vivía los partidos le ocasionaron incluso un pre infarto en 2005, luego del encuentro que Perú y Ecuador disputaron en Lima y que clasificó a este último representativo para el Mundial de Alemania 2006. Pocos meses después de ese torneo Machado anunció su retiro de la actividad, según dijo para evitar que la audiencia lo escuchara “lento y aquejado por la vejez”.
Durante el funeral del relator, su hijo Roberto Omar Machado — también periodista deportivo — agradeció todas las demostraciones de afecto que la familia recibió por parte de colegas, instituciones y admiradores.
“Será difícil llenar el vacío que dejó en nuestras vidas”, dijo el hermano del fallecido, Mario Laso Machado. “Siempre estará en nuestros corazones”.
— Jorge J. Basilago
