La muerte violenta de cuatro periodistas radiales ocurrida, en distintos departamentos de la provincia, durante los primeros seis meses del año, ha causado gran impacto entre la población así como en el gremio radiofónico y periodístico.
En marzo, el corresponsal Jaime Napoleón Jarquín fue asesinado en Ciudad Pedro de Alvarado, Moyuta, Jutiapa, localizada a 169 kilómetros al suroriente, frontera con El Salvador.
En abril fue tiroteado Luis Alberto Lemus en la localidad de Jalpatagua, Jutiapa, a 124 kilómetros al oriente de la capital. Lemus era propietario de una estación de radio y de una empresa de TV por cable, donde transmitía programas de noticias.
Mientras tanto en los primeros días de agosto también murió acribillado Luis de Jesús Lima, de 68 años, periodista y locutor de Radio Sultana, cuando se disponía ingresar a la emisora en el barrio La Reforma, en el municipio de Zacapa, ubicado a 124 kilómetros al nororiente de la capital.
En Mazatenango, Suchitepéquez, municipio ubicado a 165 kilómetros al sur de la capital, fue baleado el periodista Fredy Rodas, quien debió ser trasladado de emergencia a un centro asistencial de la capital, donde evolucionaba de forma lenta.
Posterior a ese hecho fue asesinado, en ese mismo departamento, Carlos Alberto Orellana Chávez, de 72 años, quien se desempeñó como periodista y presentador de noticias en el canal Óptimo 23, donde transmitía el programa “De la radio a la televisión”. Orellana Chávez es el cuarto periodista radial asesinado este año en Guatemala.
Mientras tanto, en el municipio de Barillas, departamento de Huehuetenango (269 kilómetros al occidente de la capital), también se reportó quela corresponsal Lucrecia Mateo de los diarios Al Día y Siglo 21 fue agredida por un grupo de desconocidos que irrumpió en las instalaciones de Radio Santa Cruz, cuando transmitía un programa sobre la conflictividad social derivada de la instalación de una empresa hidroeléctrica.
— Mario Rivero Nájera