Figura 1: Con un conducto abierto como este, es probable que se produzcan fallas.
Mientras se encuentre en el sitio de transmisión, compruebe la integridad de los conductos ubicados sobre la tierra, como los utilizados para tender cables satelitales hacia el interior del estudio o del edificio del transmisor.
En la Figura 1, se observa un conducto que podría fallar en cualquier momento. Los roedores tienden a morder los cables y los alambres. Encontrar los cables masticados en conductos infestados no es para nada divertido; tampoco lo es tratar de tender un nuevo cableado.
Por otro lado, la gran abertura que se aprecia en la Figura 1 puede acumular lluvia y nieve. Los conductos inundados se congelan y quiebran, y el cable puede resultar dañado.
En los conductos, coloque un tapón plástico hermético o una combinación de acero inoxidable o lana de cobre y espuma expansible. La espuma proporciona un sello impermeable (que puede quitarse), y la lana metálica ahuyenta los roedores. Un cable o una cuerda atada alrededor del tapón de lana facilitará su remoción, en caso de que deban reemplazarse o agregarse cables en el futuro.
— John Bisset
